PARIS, 22 mar (Xinhua) -- Cientos de miles de funcionarios civiles detuvieron hoy sus labores para expresar su molestia por las reformas del presidente francés Emmanuel Macron, quien las describió como necesarias para restablecer el poder nacional dentro y fuera del país.
El llamado de los principales sindicatos del país resultó en cerca de 180 manifestaciones realizadas en todo el país que reunieron a 400.000 personas, según la Confederación General del Trabajo. El Ministerio del Interior fijó el índice de participación en 323.000 personas.
En París, la protesta de funcionarios públicos y conductores de tren atrajo a 75.000 manifestantes, indicaron los sindicatos, aunque la policía mencionó 49.000 asistentes.
Durante las manifestaciones en la capital se desataron enfrentamientos entre jóvenes y fuerzas de seguridad, las cuales arrojaron gas lacrimógeno y utilizaron chorros de agua a presión. Tres personas fueron detenidas, según la policía.
Las marchas redujeron el servicio de trenes de diez a cuatro de alta velocidad en operación. La mitad de los trenes regionales dieron servicio.
El movimiento social también obligó a la Autoridad de Aviación Civil Francesa a recortar el 30 por ciento de sus servicios de vuelo en los aeropuertos de Orly, Beauvais y Charles de Gaulle.
Los trabajadores del sector público están molestos por los planes para recortar 120.000 plazas en cinco años y para expandir el uso de contratos a corto plazo.
Los trabajadores de trenes se oponen al intento de renovación del operador estatal ferroviario que incluye poner fin al estatus especial de los trabajadores de los trenes que les permitía retirarse con pensión total a los 52 años de edad, una década antes que los demás empleados franceses.
Una encuesta de Odoxa publicada el miércoles mostró que la mayoría de los entrevistados apoya las huelgas.