Los voluntarios ayudan a los niños a usar "teléfonos" hechos de vasos de papel y cuerdas para explicar cómo se mueven las ondas de sonido. YUAN QUAN / XINHUA
Beijing, 30/03/2018 (El Pueblo en Línea) - Una organización sin fines de lucro está dando a los niños gravemente enfermos y hospitalizados la oportunidad de continuar sus estudios, informa Yuan Quan de Xinhua.
Los niños tienen entre 2 y 14 años, y sus aulas siempre huelen a desinfectante. Todos usan máscaras. Pocos tienen pelo, y los tienen solo presumen de unos pocos cabellos finos. Todos ellos tienen leucemia.
Cada año, alrededor de 15.000 niños en China son diagnosticados con leucemia, una forma de cáncer causada por la sobreproducción de glóbulos blancos dañados. La mayoría tiene entre 2 y 7 años, y su tratamiento generalmente dura de dos a tres años.
Además de soportar el dolor de los tratamientos de médula ósea y la quimioterapia, su sistema inmunológico se ve afectado, dejando a los niños en riesgo de infección, por lo que deben despedirse de una vida normal. La enfermedad los confina en las salas de hospital o en el hogar, aislándolos del mundo exterior.
En el primer hospital de la Universidad de Pekín en el centro de Beijing, el 80% de los niños con leucemia provienen de otras partes de China. Para ayudarlos a continuar sus estudios, la fundación Beijing New Sunshine Charity Foundation ha cooperado con el hospital para ofrecer enseñanza gratuita desde 2012.
El aula, un espacio público en un pasillo, da la bienvenida a niños de todas las edades. Generalmente, un maestro de tiempo completo y estudiantes voluntarios dan dos clases cada semana, cada una con una duración de 90 minutos. Los cursos en la "clase del pasillo" incluyen chino, matemáticas, inglés, artes, salud y ciencia.
La idea fue inspirada por Zuo Yan de la provincia de Anhui. Cuando el niño de 8 años de edad fue diagnosticado con anemia aplásica hace una década, la fundación patrocinó su tratamiento en Beijing. Los voluntarios encontraron una imagen que había dibujado de sus días escolares que llevaba la leyenda, "Echo de menos la escuela". Eso puso la idea en movimiento.