Un trabajador repara una tubería de gas natural en Xianghe, provincia de Hebei en noviembre de 2017. [Foto / Xinhua]
Baoding, Hebei, 08/04/2018 (El Pueblo en Línea) - Meng Fanlai, jefe del Partido de la aldea Yuanxinzhuang en Baoding, provincia de Hebei, ha sido testigo de un cambio significativo en el último año desde que el país promovió un cambio del carbón como fuente de calefacción al gas natural y electricidad.
"En el pasado había muchos días con contaminación, pero el aire es mucho más limpio este año. Todo el mundo lo ha notado", dijo Meng.
"Todo el pueblo se ha vuelto más limpio, sin polvo ni humo del carbón".
La aldea, que no está lejos de la capital de la provincia de Hebei, Shijiazhuang, ha dependido durante décadas de la quema de carbón para obtener calor en sus largos y fríos inviernos, al igual que cualquier aldea en el norte.
En marzo del año pasado, en respuesta a la decisión del país de pasar del carbón a la energía limpia -es decir, electricidad y gas natural- como fuente de calefacción en la región de Beijing-Tianjin-Hebei y las ciudades vecinas, la aldea comenzó su transformación al natural gas en lugar de carbón.
Pero no fue fácil.
Muchas personas en los pueblos se opusieron, diciendo que estaban acostumbrados a calentarse con carbón y que sería demasiado problemático cambiar. Algunos estaban preocupados por el coste, y otros estaban preocupados por la seguridad y dijeron que sería difícil aprender a usar el gas natural, recuerda Meng.
Incluso Meng tenía dudas sobre el uso del gas natural.
Él aclaró sus preocupaciones y apoyó el cambio solo después de ver, durante las conferencias de formación organizadas por el gobierno municipal, lo conveniente y limpio que era usar gas natural.
Meng, de 56 años, ha vivido en el pueblo de 340 hogares durante toda su vida y conoce bien a cada uno de los 1.484 aldeanos.
Él y otros funcionarios de la aldea comenzaron a instalar calentadores de gas natural para dar ejemplo a otros aldeanos y aliviar sus preocupaciones.
A finales de agosto, se habían instalado 340 calentadores de gas natural en el pueblo, uno para cada hogar.
El pueblo capacitó a cuatro inspectores de seguridad, que son enviados a los hogares para dirigir el uso seguro del gas natural.
La aldea también tiene un grupo de WeChat para una mejor comunicación entre los inspectores de seguridad y los aldeanos.
Los aldeanos ahora apoyan mucho el cambio del carbón al gas natural, según Meng.
Por un lado, el pueblo se ha vuelto mucho más limpio. En el pasado, las fosas nasales de las personas a menudo estaban sucias y negras debido al polvo, pero eso ya no sucede, dijo Meng.
Todos ven lo conveniente que es un calentador de gas natural y ya no se preocupan por la seguridad y eficiencia del uso de gas natural como fuente de calefacción, añadió.
Al mismo tiempo, aunque el gas natural cuesta más, el gasto adicional no es tanto como inicialmente se pensaba, dijo Meng.
Las casas en el pueblo son generalmente de 150 a 160 metros cuadrados y, en el pasado, una familia necesitaba gastar unos 3.000 yuanes (475 dólares) de media durante el invierno para mantenerse caliente cuando usaba carbón como fuente de calefacción.
Con el nuevo método de calefacción, una familia gasta actualmente alrededor de 5.000 yuanes en gas natural durante el invierno, aunque gracias a los subsidios del gobierno -un yuan por cada tonelada métrica de gas natural que consume una familia- cada familia recibe ahora unos 1.200 yuanes del gobierno desde el cambio al gas natural.
Además de usar el gas natural para calentar, también se usa para cocinar en la aldea, y es mucho más barato que el gas licuado que la gente usaba en el pasado, dice Meng.
Li Deyi, de 48 años, de una familia de seis personas en el pueblo, dijo que disfrutaba el uso del gas natural.
"Simplemente presionamos el botón de control para encender el calentador y no necesitamos cuidar de la estufa de carbón. Esto nos hace sentir como personas de las ciudads, y la calidad del aire ha mejorado mucho", dijo.
"El coste es un poco más alto, pero vale la pena por su comodidad ".
(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)