Elevado gasto público y contexto internacional adverso motivan pedido argentino de ayuda al FMI, afirma economista
Agentes de bolsa trabajan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en Buenos Aires, capital de Argentina, el 8 de mayo de 2018. El presidente argentino, Mauricio Macri, anunció el martes que iniciará conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para conseguir "una línea de apoyo financiero", en medio de la devaluación del peso frente al dólar que se registra desde la semana pasada. La Bolsa de Comercio de Buenos Aires registró el martes una leve recuperación tras este anuncio. (Xinhua/Martín Zabala)
BUENOS AIRES, 8 may (Xinhua) -- La Argentina decidió recurrir al auxilio del Fondo Monetario Internacional (FMI) ante el elevado gasto público, que genera déficit fiscal, y por un contexto internacional adverso, en el cual el mercado dejó de ofrecer acceso fácil al crédito, afirmó hoy el economista Iván Cachanosky.
En una entrevista con Xinhua, el analista, magíster en Economía Aplicada de la Universidad Católica Argentina (UCA), se refirió al anuncio del presidente argentino, Mauricio Macri, sobre el inicio de conversaciones con el FMI para conseguir "una línea de apoyo financiero", en medio de la devaluación del peso frente al dólar que se registra desde la semana pasada.
Al explicar los motivos de ese pedido de ayuda financiera, el experto señaló que "la principal razón es que el contexto internacional cambió. Mientras en 2016/17 Argentina obtenía fácil acceso al crédito internacional, la importación de capitales crecía a un ritmo acelerado. Para tener una idea de la magnitud, en esos dos años ingresaron dólares (de caja) por el monto de 86.800 millones, de los cuales aproximadamente el 60 por ciento corresponden a colocaciones de deuda del sector público nacional y provincial".
"En marzo de 2018, el ministro de Finanzas, Luis Caputo, comunicó que lo que resta de endeudamiento para este año sería colocado en el mercado interno. Esto se debía a que el mercado internacional no estaba dispuesto a prestarnos más dólares si no se veían señales concretas de reducir el déficit total", abunda Cachanosky.
"Así, debido a que la reducción en el gasto público es prácticamente nula y además se incrementó el costo del financiamiento, Argentina busca financiamiento alternativo en el FMI por dos razones: se necesita cubrir el agujero fiscal y se le da más espalda al Banco Central (BCRA) para frenar eventuales futuras corridas contra el dólar", agregó el economista.
En esa línea, el experto añadió que la situación interna que obliga a volver al FMI, tras 12 años sin pedir líneas de créditos, está dada por "el excesivo gasto público y su consecuente déficit fiscal. Si éste se hubiera reducido, no sería necesario financiar tanto gasto y no sería necesario endeudarse tanto. A esto debe sumarse el déficit en cuenta corriente, generando un nivel de déficits gemelos de aproximadamente un 11 por ciento del PBI".
El viernes pasado, la cartera de Hacienda redujo la meta del déficit primario para 2018 de un 3,2 a un 2,7 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) luego de que el jueves 3 de este mes el dólar escalara a 23,30 pesos argentinos, depreciando la moneda local en un 9 por ciento, para lo cual se destinarán unos 30.000 millones de pesos (1.345 millones de dólares) menos a obras de infraestructura.
"Dado que las tan esperadas inversiones aún no llegan, estos gastos continúan cubriéndose con deuda, la cual ahora es de más difícil acceso. Esto finalmente nos obligó a recurrir al FMI. Por otro lado, otro problema idiosincrásico es la incertidumbre generada en el manejo de las políticas macroeconómicas", declaró.
"El 28 de diciembre del 2017, en una conferencia de prensa que tuvo como protagonistas al jefe de Gabinete, Marcos Peña, al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, al ministro de Finanzas, Luis Caputo, y al presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, se cambiaron las metas de inflación al 15 por ciento para 2018, y la tasa de interés de política monetaria paso de ser mono-objetivo (desinflación) a tener un objetivo doble (desinflación y nivel de actividad)", recordó el economista.
El analista también se refirió a la situación internacional que llevan a la Argentina a recurrir al FMI, detallando que "un mercado internacional que ya no está dispuesto a prestarnos a tasa barata, lo que genera un costo de financiamiento creciente, y una apreciación del dólar a nivel mundial. En este contexto, todas las monedas se depreciaron frente al dólar, pero ninguna como Argentina, que con su aversión al riesgo es mucho más volátil", indicó.
En su discurso de este martes Macri señaló que "frente a esta nueva situación internacional, y de manera preventiva, he decidido iniciar conversaciones con el FMI para que nos otorgue una línea de apoyo financiero. Hace minutos hablé con Christine Lagarde, su directora. Nos confirmó que vamos a arrancar hoy mismo a trabajar en un acuerdo".
En enero de 2006, durante la presidencia de Néstor Kirchner (2003-2007), Argentina canceló con un solo pago el total de su deuda de 9.810 millones de dólares con el FMI y desde entonces no se solicitaba ayuda financiera a la entidad con sede en Washington.
En su intervención, Macri defendió el programa económico oficial, con metas de inflación y de reducción del déficit fiscal, programa que enfrenta los vaivenes de la coyuntura internacional e interna.