Por Lai Xianjin
Beijing, 16/05/2018(El Pueblo en Línea) - Para conmemorar el 40 aniversario del proceso de reforma y apertura que se celebra este año, China ha decidido flexibilizar aún más sus políticas económicas, e implementar un programa radical de reformas en las instituciones del gobierno y del Partido Comunista de China (PCCh).
El recién inaugurado grupo de reformas de la octava ronda de reestructuración de instituciones gubernamentales y del PCCh tendrá una gran trascendencia para alcanzar los dos objetivos de ambos centenarios: lograr una sociedad moderadamente próspera para el 2020 -un año antes de la celebración del centenario de la fundación del PCCh-, y lograr la construcción de un país socialista moderno para el 2050, apenas un año después de la celebración del centenario de la fundación de la República Popular China.
El nuevo grupo de reformas ofrecerá un fuerte y determinada garantía organizativa para China en su camino hacia la modernización de la gestión pública, gestión que a su vez ayudará a lograr los objetivos de ambos centenarios.
Para poder ofrecer una buena gestión de sus asuntos públicos, un país necesita que sus instituciones funcionen bien. Pero el buen funcionamiento de las instituciones no nace ni se desarrolla de la noche a la mañana. Esto significa que las instituciones del gobierno y del PCCh tienen que someterse a los ajustes y reformas necesarias para impulsar la economía y verificar conquistas sociales que mejoren las condiciones de vida del pueblo chino.
La nueva ronda de reformas implica más de 80 órganos del gobierno central y del Estado, así como instituciones directamente afiliadas a ellos. Esta decisión será el golpe más contundente a los intereses creados durante cuatro décadas.
Por lo tanto y dada la compleja situación, todas las instituciones involucradas deben fortalecer su integridad política y seguir el liderazgo de la dirección central. Ellas deben aprender a distinguir los "beneficios" de las "pérdidas", tanto a nivel departamental como a nivel individual, y adoptar medidas concretas para mantener la autoridad suprema del Comité Central del PCCh.
La experiencia de los últimos cuatro decenios demuestra que la clave para la reforma institucional es promover la optimización, el desarrollo coordinado y la alta eficiencia en el ejercicio de las funciones, evitando "la integración aparente cuando en realidad lo que existe es una alta fragmentación".
En el marco de la reforma general trazada por las principales autoridades, las instituciones con funciones idénticas o similares deben ser reestructuradas y delimitar "poderes y responsabilidades", para que las funciones de las diferentes instituciones estén bien definidas. Y después de su fusión, la administración pública unificada debe llevarse a cabo para crear las condiciones necesarias para ayudar a la integración de funciones.
Esto será especialmente importante durante los primeros días de la nueva ronda de reformas institucionales que creará un entorno favorable y mejores condiciones para la fase media y superior de fusión o reorganización de las diferentes instituciones. Al evaluar, analizar y revisar la intersección y superposición de funciones de las diferentes instituciones, una estricta gestión del desempeño y la rendición de cuentas administrativas debería ser adoptada, junto con los esfuerzos para promover la comunicación y el intercambio de información interna como una forma de romper el "aislamiento de información".
Y en el proceso de fusión y reorganización de las instituciones, se deben adoptar medidas prácticas para reformar la cultura de la organización, incluyendo la adopción de medidas para minimizar el impacto de antiguas prácticas institucionales y fomentar un proceso de integración más profundo en pro de la labor de las nuevas instituciones.
El autor es investigador de la Escuela del Comité Central del Partido Comunista de China.
(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)