Por Hao Yanpeng. [China Daily]
Beijing, 17/05/2018(El Pueblo en Línea) - Datos publicados por la Comisión Nacional de Salud muestran que casi 18 millones de personas de la tercera edad viven con sus hijos y hacen de niñeras para sus nietos, lejos de sus propios hogares. Informa el diario Legal Daily.
El gobierno está obligado a cuidar mejor a las personas de la tercera edad, ya que cuando cuidan de sus nietos no sólo lo hacen por elección personal. También es debido a la falta de bienes y servicios públicos necesarios.
Muchos no tienen un sentido de pertenencia en las ciudades donde viven sus hijos. Sus vidas están casi completamente restringidas a supermercados, cocinas y sus dormitorios. Muchos de ellos cuentan los días para regresar a sus hogares.
Además, no pueden obtener el reembolso de sus facturas de atención médica, que están cubiertas por el seguro médico de sus lugares de origen, por lo que muchos de ellos optan por ocultar sus enfermedades y esperan para ir al médico después de regresar a sus ciudades de residencia.
Nos guste o no, se van de casa para cuidar a sus nietos principalmente porque sus hijos no pueden permitirse el lujo de contratar niñeras ni llevar a sus niños a las guarderías: las guarderías públicas solo aceptan niños de tres años y las privadas cuestan miles de yuanes al mes. Si los padres no tienen hukou local (registro de residencia), no pueden asegurar una plaza para sus hijos en las guarderías públicas.
Los 18 millones de “niñeras de la tercera edad”, cuya mayoría no recibe dinero por ayudar a sus hijos a cuidad a los nietos, deben recordar al gobierno, que alienta a las parejas a tener dos hijos, la necesidad de reducir el coste de criar niños en las ciudades.
Por ejemplo, debería haber guarderías más asequibles para los residentes locales, incluidos los trabajadores migrantes.
Los ancianos que cuidan a sus nietos pequeños merecen subsidios del gobierno, en forma de, por ejemplo, devoluciones de impuestos o ayuda financiera directa. Cambiar solamente la política de planificación familiar para que todas las parejas puedan tener un segundo hijo no es suficiente para aumentar la tasa de fertilidad.
Esto también permite que los llamados ancianos vagabundos disfruten de sus años dorados.
(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)