Prueba de avistamiento de la “diosa del río Yangtze" llena de esperanzas a los ecologistas chinos

Pueblo en Línea  2018:05:29.14:04

Por Luan Xiang

Beijing, 29/05/2018 (El Pueblo en Línea) - El baiji, apodado la “diosa del río Yangtze", se considera una especie extinta. Sin embargo, algunos observadores afirman haberlo avistado el mes pasado.

De hecho, ha transcurrido más de un decenio desde el baiji fue declarado "funcionalmente extinto".

Sin embargo, una imagen reciente intenta demostrar que la "diosa del río Yangtze" aún existe, despertando las esperanzas en mantener vivo a este mamífero gracias a la recuperación de la vitalidad ecológica de la vía fluvial más larga de Asia.

Muchos observadores creen que este tipo de delfín, el único de su especie en habitar aguas dulces, solamente se encuentra en los tramos medio e inferior del río Yangtze.

Algunos científicos ambientales nunca han dejado de creer que en algún lugar de la inmensa área del tercer río más largo, escondidos de la terca actividad humana sobreviven unos pocos baiji que luchan día a día por su supervivencia.

A comienzos de este mes, la Fundación China para la Conservación de la Biodiversidad y el Desarrollo Verde publicó una fotografía de una criatura que se asemeja a un baiji. La foto fue tomada en abril en un tramo del río Yangtze, cerca de Wuhu, provincia de Anhui.

Anteriormente, ya se habían distribuido dos informes de pescadores que declararon avistar un grupo que contenía ejemplares adultos y juveniles.

Un creciente optimismo

La Fundación China para la Conservación de la Biodiversidad y el Desarrollo Verde confirmó que varios investigadores que conocen bien esta especie han confirmado que la criatura de la foto es un baiji.

"Aunque el baiji es muy probable que se haya reducido drásticamente en el medio silvestre, hay posibilidades de que unos pocos aún sobrevivan en esas aguas”, destacó Wang Kexiong, profesor del Instituto de Hidrobiología de la Academia de Ciencias de China en Wuhan, provincia de Hubei.

“Pero sin realizar otras pruebas de rigor, es imprudente identificar como un baiji a la criatura que aparece en la fotografía”, acotó el Instituto. Sin embargo, otros especialistas advierten que es demasiado pronto para etiquetar al baiji como una especie "extinta".

“La prueba va más allá de una foto”, precisa Fei, director del programa sobre el baiji de la Fundación China para la Conservación de la Biodiversidad y el Desarrollo Verde.

Durante tres años, esta institución ha organizado viajes de observación con la esperanza de avistar delfines de agua dulce en el Yangtze. En mayo del año pasado, varios expedicionarios afirmaron haber avistado al mamífero.

“El baiji no vive aislado”, subraya Li Xinyuan, investigador y activista de la recuperación del baiji, que estaba presente cuando se tomó la foto el mes pasado y describió el encuentro como "muy emocionante".

"Durante dos días seguidos nuestros compañeros presenciaron un baiji, pero se escapó antes de obtener la instantánea. Al tercer día, el fotógrafo Jiao Shaowen decidió utilizar una lente de la cámara en lugar de binoculares para observar la superficie del agua, por eso fue capaz de hacer la foto cuando el baiji emergió", explica Li, quien comandó en la década de 1980 un programa de gabinete para la conservación de mamíferos.

Él piensa que si el animal detectado es realmente un baiji, es muy probable que existan otros nadando cerca.

"Gracias a la protección estatal, es evidente que la calidad del agua del Yangtze y del ecosistema han mejorado en los últimos años", reconoció Li.

Y agregó que muchos ecologistas chinos admiten que si el nivel de la calidad ambiental de la región sigue mejorando, hay grandes posibilidades de que el baiji reaparezca.

Recursos necesarios

Hua Yuanyu, uno de los científicos que participó en el censo de 1980, aconseja que "para blindar la posibilidad de que los delfines baiji sobrevivan hay que asumir acciones de emergencia utilizando los mejores recursos, especialistas y tecnología del país”.

"El transporte fluvial por el Río Yangtze debe gestionarse adecuadamente para reducir el ruido que ha afectado gravemente la vida de estos delfines que se orientan por su sonar", precisó el veterano profesor del Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad Normal de Nanjing, provincia de Jiangsu.

Hua también condenó los métodos de pesca destructivos tales como la electro-pesca, las redes de enmalle y el muro dinámico, una técnica que equipa a las redes con dispositivos de "golpeteo” para asustar a los peces y sacarlos de sus escondites.

“Estas prácticas deben ser estrictamente prohibidas y cualquier violación tiene que ser castigada con severidad en aras de proteger al baiji y a su cadena alimenticia”, fustigó Hua.

"El baiji es un mamífero que utiliza los pulmones para respirar. Si quedan afectados por una descarga eléctrica, pueden quedar inconscientes y ahogarse", puntualizó Hua señalando el peligro de la electro-pesca.

E instó a capacitar a los pescadores locales en el cumplimiento de la ley y en una mejor educación ambiental, de manera que se conviertan en eficientes protectores del ecosistema.

"La protección del Yangtsé no sólo debe incluir la calidad de su agua, también hay que tener en cuenta los bancos y el humedal a lo largo de su trayectoria porque el ecosistema funciona como un todo indivisible", recordó Hua.

El destacado profesor también sugiere que la zona de protección de los baiji debe ampliarse para abarcar el hábitat de los posibles últimos baiji de Wuhu.

"Soy optimista. Si el medio ambiente sigue mejorando, el baiji reaparecerá", agrega Hua, creador del método de orientación de sonar para observar y deducir el tamaño y la distribución de la población de baiji que había en 1986.

A mediados de la década de 1980 se estima que quedaban unos 300 baiji divididos en 42 grupos.

La hipótesis de Hua es que estos inteligentes mamíferos se han escondidos de la actividad humana y los desechos industriales y viven en aguas tranquilas de difícil acceso.

La restauración ecológica

Se estima que el baiji vivió en el río Yangtze durante 20 millones de años.

Sin embargo, en los últimos decenios la existencia pacífica del baiji fue destrozada por el auge de la industria de la pesca y el transporte fluvial.

Los ancestros consideraban a este mamífero como una diosa que protegía a los pescadores y marineros a lo largo de los 6.380 kilómetros de vía fluvial que nace en la provincia de Qinghai y desemboca en el Mar de la China Oriental de Shanghai.

El último baiji que vivía en cautiverio murió en el 2002. Después de una expedición internacional realizada a finales del 2006 no se pudo encontrar ninguna prueba de su existencia. Al año siguiente la especie fue declarada "funcionalmente extinta".

En la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el baiji está definido como "en peligro crítico de extinción y ya probablemente extinto".

Debido a la ausencia de la “diosa del río Yangtze", China ha venido haciendo grandes esfuerzos para restaurar el ecosistema del vital río.

La construcción de una civilización ecológica ya ha sido incluso definida en la Constitución de la República como un objetivo nacional de desarrollo.

Como resultado, los estudios científicos han confirmado un aumento en el número de ejemplares de la marsopa negra y otros mamíferos del río Yangtze.

La supuesta reaparición del baiji es una evidencia más del mejoramiento ecológico del Yangtsé, afirma Hua.

Por su parte, el profesor Wang, del Instituto de Hidrobiología de Wuhan, insiste en que todavía hay un largo camino por recorrer en la protección y restauración de los hábitats naturales del río para especies como la marsopa negra.

"Pero la actual estrategia de desarrollo está en la dirección correcta", señaló.

"Vigilar, proteger, revitalizar y restaurar la ecología y hábitats naturales del río Yangtze deben ser tareas priorizadas durante los próximos 50 años", concluyó Wang.