ESPECIAL: Raúl Castro cumple 87 años liderando una reforma constitucional
Imagen del 2 de junio de 2018 de una vista general de la sesión extraordinaria de la IX Legislatura de la Asamblea del Poder Popular, en el salón plenario del Palacio de Convenciones de La Habana, en La Habana, Cuba. (Xinhua/Joaquín Hernández)
Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 3 jun (Xinhua) -- El ex presidente cubano Raúl Castro, actual primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), cumplió hoy 87 años al frente de una comisión temporal encargada de reformar la vigente Constitución de la isla.
En la primera reunión del grupo, realizada ayer sábado, el veterano político calificó a esa tarea como una de las "más intensas por su contenido, y gigantesca, porque moverá a todo el país".
Castro recibió el mandato de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral) para elaborar un anteproyecto de Carta Magna que debe ser aprobado primero por el órgano legislativo, para después pasar a una consulta popular en comunidades, barrios, centros escolares y de trabajo.
Además, se discutirá en unidades militares y en las embajadas de la isla en otros países, para que también participen los colaboradores cubanos.
Cuando concluyan los debates se procesarán las opiniones y sugerencias que en ellos se generen, y de nuevo el parlamento, único órgano con facultad constituyente y legislativa en el país, analizará el proyecto de texto y aprobará, en su momento, la Carta Magna que después será sometida a referendo popular.
Castro, a propuesta del Consejo de Estado, es el encargado de conducir todo ese complicado proceso que trata de atemperar las leyes a una realidad cambiante a partir de la reforma que en la isla llaman "actualización del modelo económico", y que inició el propio ex gobernante en 2008.
Esas reformas tienen como objetivo promover y diversificar las fuentes de ingresos de la economía de la isla, y elevar la calidad de vida de la población, sin renunciar a los logros sociales de los últimos 50 años.
Nacido el 3 de junio de 1931 en la oriental provincia de Holguín, Raúl Castro asumió el poder interinamente en el verano de 2006, cuando su hermano Fidel, entonces presidente de la isla, sufrió una crisis de salud.
Dos años después, en 2008, Castro asumió oficialmente la dirección del país, e impulsó un profundo proceso de reformas, aún en marcha, que trasciende lo económico para tener impacto en la vida política y social de la isla.
Después de una década como presidente, Castro completó su segundo y último mandato en abril pasado, y pasó el bastón a Miguel Díaz-Canel, un ingeniero de 58 años.
Raúl Castro abandonó en abril la dirección estatal, pero conservó su puesto como primer secretario del PCC, aunque ha recomendado que en 2021, cuando concluya el mandato partidista que le otorgó el VII Congreso, ese cargo pase a manos de Díaz-Canel.
Como político, uno de los mayores logros de Raúl Castro fue propiciar el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos.
El 17 de diciembre de 2014, el entonces gobernante cubano pronunció un discurso público en el que anunció que los dos países tratarían de restablecer las relaciones diplomáticas y reabrir sus embajadas.
Las dos naciones restablecieron las relaciones diplomáticas el 20 de julio de 2015, pero lo más destacado de esta nueva era llegó en marzo de 2016 cuando el entonces presidente Barack Obama visitó Cuba, el primer viaje a la isla de un mandatario estadounidense en 88 años.
Desde entonces, ambos gobiernos tomaron medidas para acelerar el acercamiento, incluido el fin de algunas sanciones económicas y políticas impuestas por Washington, aunque la Casa Blanca mantiene un férreo bloqueo económico, comercial y financiero contra la isla.
Sin embargo, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca significó un retroceso en las relaciones bilaterales.
A pesar del retroceso, Cuba ha reiterado su voluntad de continuar negociando asuntos bilaterales pendientes, siempre desde el respeto mutuo y la soberanía de cada nación.
En medio de ese complejo contexto, Raúl Castro se mantiene fiel a sus principios, y asegura que su principal desafío es construir una sociedad socialista "próspera, sostenible e irreversible" para salvaguardar los "principios revolucionarios de justicia e igualdad".