MONTEVIDEO, 13 jun (Xinhua) -- La firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China traería efectos positivos a las exportaciones de Uruguay y generaría tensiones en sectores acotados de la industria que ya enfrentan problemas estructurales.
Esa es la conclusión de una investigación de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), que señaló que el TLC es una oportunidad única para mejorar el acceso comercial al mercado chino.
"Lo que ganás en acceso versus lo que perdés en abrirte con China" deja un saldo "muy favorable para el país", dijo a Xinhua el decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de la UCU, Ignacio Bartesaghi, autor del informe junto a la también doctora Natalia Melgar.
La investigación analiza el impacto en el comercio bilateral de bienes sin considerar los posibles efectos a nivel de servicios, cooperación e inversiones y comprende los años de 1999 a 2017.
En el documento "Posibles impactos de un TLC entre Uruguay y China" no se incluyeron las exportaciones desde y a través de zonas francas que incluyen productos relevantes como la pasta de celulosa y la soja.
En 2017, 34 productos explicaron más del 90 por ciento de las exportaciones a China, entre los cuales destacan la carne bovina, la soja y la lana. La participación de China en las exportaciones totales de Uruguay pasó de un 3,6 por ciento en 2007 a un 21,4 el año pasado.
"Son 34 productos que representaron un porcentaje alto de las exportaciones, en lo que es cuero, carne bovina, lácteos, donde ya hay un potencial para ganar acceso", explicó Bartesaghi, doctor en Relaciones Internacionales y director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la UCU.
Mencionó el caso de los lácteos, que paga un arancel del 15 por ciento pero Australia, Nueva Zelanda, Chile, Perú y Costa Rica, que tienen TLC con China, ingresan con arancel cero.
La carne bovina, uno de los principales productos uruguayos, accede al mercado chino con un arancel del 12 por ciento y la leche con un 10 por ciento, mientras esos competidores no pagan arancel.
"Hay una gran cantidad de productos que están pagando aranceles superiores al 10 por ciento y que tus competidores no pagan", advierte Bartesaghi en diálogo con Xinhua.
La investigación identificó que países como Chile o Perú luego de firmar el TLC con China "empezaron a exportar productos que antes no exportaban y que Uruguay sí exporta".
En el caso de Chile, previo al TLC las exportaciones de leche y cangrejos congelados a China eran "prácticamente nulas y luego aumentaron a altas tasas. Ambos productos son relevantes en la actualidad para Uruguay", establece el informe.
En ambos casos la tasa de arancel en China alcanza el 10 por ciento.
Al considerar a Perú detalla que en ese caso "se comenzaron a exportar a China nuevos productos como frutas, semillas y frutos oleaginosos, los que compiten con Uruguay".
Los investigadores también encontraron un universo de productos como vinos, arándanos o alimentos procesados que "comienzan a ser exportados a partir del TLC con Chile y que Uruguay todavía no exporta o lo hace con poca intensidad".
Como posibles efectos negativos, el informe apunta a las importaciones que generan competencia con la industria uruguaya en la producción de plásticos, químicos, vestimenta y calzado.
No obstante, "en algunos casos no habría efectos negativos dado que las importaciones ya fueron liberalizadas (caso de varios químicos) o se importan intensivamente bajo el régimen de Admisión Temporaria (caso de algunos plásticos)".
Si bien "podrían existir efectos negativos" en esos sectores mencionados como sensibles, "la contribución de estos sectores al Valor Bruto de Producción y al empleo son magras y los impactos en la economía serían menores".
Además, el gobierno "está a tiempo de tomar medidas que minimicen dichos impactos y podrá solicitar excepciones, manteniendo la protección en algunos sectores".
La posibilidad de un TLC entre Uruguay y China fue manejada en octubre de 2016 durante la visita oficial a China del presidente Tabaré Vázquez en octubre de 2016, aunque no se ha avanzado en una negociación.
El canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, dijo esta semana que durante la presidencia pro témpore del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay) que ejercerá Uruguay en el segundo semestre de 2018, el acercamiento con China será una prioridad.