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Una voluntaria china comparte su conocimiento y amor con los estudiantes rurales

Pueblo en Línea  2018:07:18.15:05

Yin Shaman imparte clases en una escuela primaria de Xiangxi Tujia, Prefectura Autónoma Miao, provincia de Hunan. [Foto: cuenta de Weibo de Yin Shaman]

Por Cao Zinan

Hunan, 18/07/2018 (El Pueblo en Línea) - Yin Shaman ha estado comprometida con las tareas sociales y el voluntariado desde que cursaba la secundaria básica. Ahora, con 24 años tampoco desea quedarse sentada en su dormitorio viendo las horas pasar. Después de ingresar en la universidad, ha empleado su tiempo libre como maestra de 20 escuelas primarias de montaña y en 30 aldeas remotas.

Una experiencia de la niñez que le inspira a ayudar a los demás.

Yin era enfermiza cuando niña. Una vez estaba en el hospital y vió cómo un voluntario cuidaba de un paciente. Esto le causó una fuerte impresión. Desde entonces, el espíritu del voluntariado se arraigó en su corazón.

En la escuela secundaria, con apenas 12 años se unió a la Asociación de Voluntarios de su escuela y comenzó a ofrecer un valioso servicio público.

A pesar de la carga estudiantil, durante los seis años de secundaria logró participar en 120 acciones de voluntariado.

Después de inscribirse en la Universidad de Jishou, en Xiangxi Tujia, Prefectura Autónoma Miao, provincia de Hunan, la entusiasta joven se unió a la Asociación de Voluntarios de su universidad. Fue entonces cuando comenzó a prestarle más atención a la educación primaria de las zonas remotas.

"A nivel nacional, soy de un municipio pobre. Cada vez que regreso y constato el atraso de mi terruño, siempre quiero hacer algo para ayudar a superarlo", afirma Yin.

Durante estos cuatro años de universidad, ella ha dirigido un grupo de voluntarios que han trabajado en ocho municipios y ciudades de Xiangxi, visitado más de 30 aldeas pobres de la etnia Miao y encuestado a 170 familias. Descubrió que los niños en las zonas montañosas pobres necesitaban de atención espiritual. Entonces, estableció cursos de música, arte y deportes para ellos.

Además de la enseñanza voluntaria, Yin también lanzó iniciativas y proyectos de bienestar público para ayudar a los estudiantes y recaudó 50.000 renminbi para los necesitados.

Labrando el camino del bienestar social, Yin no está sola. Sus esfuerzos han logrando reunir a un grupo de colaboradores afines.

"Al principio nadie estaba dispuesto a pasar la mitad del día como maestro voluntario. Para obtener más apoyo, comparto en las redes sociales las experiencia con los niños", señaló Yin.

Más y más personas han engrosado su grupo.

"Ese es el momento es que se siente el calor y el amor entre las personas. Hemos descubierto que el mundo en el que vivimos es muy hermoso", confesó.

Bajo su liderazgo, más de 1.000 estudiantes universitarios se han unido a su causa. Asimismo, las organizaciones sociales también ayudan a través de donaciones y financiamiento personalizado para cada caso.

"Cambiar el mundo es difícil. Pero yo sí puedo tratar de cambiar las pequeñas cosas que me rodean. Tal vez la diferencia sea solamente mejorar la realidad de un niño o de una familia. Para mi eso ya es suficiente", concluyó Yin. 

(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)

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