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Liupanshui, Latinoamérica y el camino chino para la reducción de la pobreza

Pueblo en Línea  2018:08:07.15:42

Por Javier Adelfang

Liupanshui,Guizhou 07/08/2018 (Pueblo en Línea) –Cuando una persona visita Liupanshui entiende por qué es importante salir de Beijing para conocer China, sobre todo, cuando se es latinoamericano.

Hermosos paisajes con montañas y cascadas, gente cálida, clima primaveral en verano y un cuidado medio ambiente, lejos del ruido y la contaminación de la capital china.

Sin embargo, lo que sorprende al recorrer la ciudad y sus pueblos, es el esfuerzo que se ha puesto en la reducción de la pobreza.

Y es que Latinoamérica es la región más desigual del planeta y la pobreza es una constante; un problema con soluciones que se posponen continuamente al calor de la falta de recursos o la desidia de las autoridades. 

Liupanshui es un ejemplo de cómo China ha logrado reducir la pobreza extrema en el país, pasando desde una tasa del 88% en 1981 hasta menos del 3,1% actual.

Proyectos agrícolas, planes de industrialización y atracción turística son la clave en esta ciudad que ha logrado lo que muchos deseamos para nuestros países en Latinoamérica: una política activa para luchar contra de la pobreza.

Pero lo más importante, es que el gobierno chino tuvo claro que, para el alivio de pobreza no hay que dar dádivas, sino herramientas a la población para que con el trabajo pueda mejorar su situación.

Pareja trabajando el hierro en Langdai.(Foto: Javier Adelfang)

De esta manera, cientos de proyectos cooperativos, privados con apoyo público o impulsados por el gobierno pudieron hacerse fuertes.

El pueblo de Panxian, es una muestra de lo que cuento.

Tao Zhengxue nació en el pueblo y se fue por la falta de oportunidades, sus únicas opciones eran quedarse y sobrevivir o irse e intentar alcanzar una mejor vida.

El señor Tao volvió en 2012, tras treinta años, con una mejor situación y un proyecto eco-agrícola y turístico para aliviar la pobreza en la comunidad.

“En 2010 el salario promedio era de ¥700, ahora el salario es ¥14.600 anuales. Ya no hay más pobreza en esta área. Yo nací aquí, pero era tan pobre que me fui por 30 años. Luego, en 2012, volví para implementar este plan de alivio a la pobreza. Hace tres años no había ni un camino pavimentado. Ahora todo ha cambiado”.

La implementación del proyecto ha sido todo un éxito, las condiciones de vida de la población mejoraron al calor de los ingresos más altos y la construcción de mejores servicios públicos.

“Cambiamos de ser una zona muy pobre a tener pobreza cero. Las condiciones de vida han aumentado dado que ahora hay trabajo estable, servicios como escuelas, infraestructura y caminos pavimentados. Tenemos que agradecer al partido comunista por habernos ayudado y apoyado en todo este proyecto” afirma Tao.

El hotel del proyeco turísitco del Sr. Tao.(Foto: Javier Adelfang)

Pero ¿de qué se trata este proyecto?

El proyecto se divide en dos partes, por un lado la agricultura que ayuda a las poblaciones locales a tener productos de calidad como arándanos azules y kiwis, no solo para alimentarse, sino también para vender.

El hecho de que las comunidades y pobladores hayan decidido unir sus tierras para ser más productivos también es clave.

El segundo punto es el énfasis en el turismo rural, que hoy es un boom en todo el mundo, y que permite a la gente de las grandes ciudades salir del entorno asfixiante del pavimento para apagar el celular, acercarse a la naturaleza, y relajarse con el canto de los grillos.

Mientras tanto, a cientos de kilómetros, en el pueblo de Langdai, otro proyecto para el alivio de la pobreza se levanta, mejorando las condiciones de la población y con el turismo como pieza cúlmine.

Lu Hongchun muestra su destreza en artesanías de papel.(Foto: Javier Adelfang)

El gobierno colaboró con la población local en la construcción de viviendas de dos y tres pisos, donde la idea central vuelve a ser que los pobladores tengan una salida estable de la pobreza a través de su propio trabajo.

Las autoridades del pueblo cuentan que en la primera planta se hicieron pequeños locales para que los pobladores pudieran vender el fruto de su trabajo, o el de personas de poblaciones cercanas.

Lu Hongchun, vende sus artesanías en una de estas casas-local de la aldea de Langdai, a la que ella se acerca cuando alguien requiere su trabajo. Sin rodeos, y con pocas palabras comenta sobre la situación de los pobladores.

“Hubo muchos cambios en los últimos años, ahora las casas son de ladrillo, vivimos mejor. La economía ha mejorado y ahora puedo ganar más dinero” afirma.

Casa de dos pisos en Langdai.(Foto: Javier Adelfang)

Proyectos como estos se levantan en toda la prefectura de Liupanshui, dejando claro que la mejora de la vida de la población es una prioridad.

Latinoamérica debe mirar hacia China para aprender de estos proyectos y entender que la salida estable de la pobreza se basa en darle herramientas a la población para que pueda trabajar.

 

Javier Adelfang: economista y periodista argentino, escribe para el periódico La República de Costa Rica.

(Web editor: 赵健, Rocío Huang)

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