Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 19 ago (Xinhua) -- El turismo comunitario ha logrado en la última década en Bolivia rescatar la identidad cultural de muchas comunidades, según la evaluación que han hecho tanto gobierno como operadores y campesinos.
El viceministro de Turismo, Ricardo Cox, expresó en entrevista con Xinhua que impulsar esta actividad en pueblos indígenas y campesinos, con base en la recuperación del patrimonio natural y cultural del país, supone valorizar la historia inmaterial de las comunidades.
"De la diversidad de recursos turísticos que posee Bolivia, emerge una nueva tendencia que coincide con la aparición de un nuevo tipo de viajero que busca vivir experiencias distintas y contacto cercano con las comunidades rurales", dijo.
"El país ha tenido un desarrollo acelerado en este sector y está demostrando éxitos", agregó el viceministro.
Cox recordó que la Organización Mundial del Turismo (OMT) destacó al país sudamericano como una de las naciones de la región con mayor nivel de desarrollo del turismo comunitario.
Según la OMT, Bolivia se convirtió en uno de los referentes en Latinoamérica cuando se habla de turismo comunitario, porque conserva gran variedad de expresiones culturales.
Dijo que se trata de uno de los países en los que el turismo comunitario tiene mayor progreso en la región, al estar "a la par de México, Perú, Ecuador, Colombia, Nicaragua y Costa Rica".
A su vez, la directiva de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia "Bartolinas" de La Paz, Erudita Quispe de Mamani, dijo a Xinhua que en varias comunidades se ha logrado rescatar y preservar el patrimonio cultural ancestral.
Para la representante campesina, el turismo de base comunitaria se constituye para Bolivia en una alternativa que permite a las comunidades incorporarse a los circuitos turísticos, así como en medio eficiente para mejorar su calidad de vida.
Quispe de Mamani comentó que los pobladores originales se han organizado por sus usos y costumbre para dar la mejor atención al turista nacional o extranjero que llega, al ser protagonistas en toda la cadena de servicios.
"Esta modalidad del turismo se centra en torno a la revalorización de las prácticas culturales cotidianas, agrícolas y festivas. La comunidad se abre para los turistas nacionales o extranjeros", enfatizó.
Por su parte, la gerente de la empresa estatal Boliviana de Turismo (Boltur), Lourdes Omoya, manifestó que además de revalorar la cultura de muchas poblaciones bolivianas, el turismo comunitario ha servido para incrementar los ingresos.
Este tipo de actividad ha servido también para mejorar las condiciones de vida de indígenas y campesinos en forma sustentable, además de que "eso es lo que nos diferencia de los otros países: la cultura viva".
Bolivia cuenta con 36 culturas originarias, cada una con su propio idioma, costumbres, tradiciones y expresiones, lo que queda de manifiesto en la forma en que construyen sus viviendas, confeccionan su vestimenta u organizan sus festividades.
Cuando se visitan estas comunidades originarias como Tomarapi en Oruro (oeste), Chalalán en La Paz (oeste) o Villa Amboró en Santa Cruz (este) se confirma que están vivas y que cada día construyen su cultura.
La nación incluye además en su Constitución al turismo comunitario como una estrategia de desarrollo.
Ofrece de esta manera tanto atractivos culturales de sus comunidades como visitas a áreas protegidas, lo que constituye el principal atractivo natural, cultural y turístico, al ser uno de los 15 países con mayor biodiversidad del mundo.