La guerra comercial iniciada por Estados Unidos daña las reglas internacionales

Pueblo en Línea  2018:08:14.14:31

Por Wu Qiuyu

Beijing, 14/08/2018 (Pueblo en Línea) – Por un lado, Washington ondea la bandera arancelaria para presionar y chantajear a China, mientras que, por otro lado, amenaza con retirarse de las asociaciones internacionales. Como un toro rabioso, el actual tío Sam pisotea las reglas internacionales, daña el actual sistema de comercio mundial y erosiona la globalización económica.

Injustificadamente, la Casa Blanca solicitó a China que reduzca cientos de miles de millones de dólares estadounidenses originados en los déficits comerciales, a pesar de que China experimenta una gran disminución en la proporción del superávit en cuenta corriente de su PIB y continua expandiendo la apertura y bajando tarifas. China ya se ha convertido en una economía de mercado, pero Estados Unidos ignora este hecho e incluso declara que las contramedidas chinas son irrazonables.

Estados Unidos también creó ruido dentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentando que ha sido tratado de forma desigual y ha sufrido pérdidas debido al comercio mundial. Incluso amenazó con abandonar la OMC.

Lo que hace Estados Unidos es ensombrecer el comercio internacional. Sus prácticas revelan su filosofía de explotar lo que es útil y desdeñar el resto.

En los últimos años, Estados Unidos privatizó las normas internacionales y de manera arbitraria hizo lo que le convino. Por ejemplo, modificó y reformó las normas de comercio e inversión globales para proteger su propia competitividad básica.

Además, aumentó los umbrales en materia de propiedad intelectual, la solución de diferencias entre los inversores y los países y los servicios comerciales para adaptarlos a sus propios beneficios, y redactó más normas comerciales internacionales orientadas a blindar sus intereses para tratar de mantener sus ventajas y garantizar que el desarrollo de la gobernanza económica mundial siga tributándole.

Pongamos que Estados Unidos adquirió estas condiciones y ventajas favorables a través de negociaciones multilaterales, regidas bajo las actuales órdenes económicas y comerciales internacionales. Sin embargo, la estrategia "Estados Unidos primero" está totalmente en contra de las reglas comerciales globales.

El lema "Estados Unidos primero" no es más que un mero egoísmo, así como una práctica de intimidación apoyada por concepto supremacista que desafía la cooperación multilateral y las normas mundiales.

"Estados Unidos primero" es el comienzo de la violación de las normas internacionales por parte del país norteño.

En una palabra, esta estrategia tiene como objetivo abandonar las normas vigentes y colocar las leyes nacionales por encima de las leyes internacionales, lo que significa que Estados Unidos puede reemplazar el mecanismo de solución de controversias del comercio mundial con una decisión propia y unilateral.

Esto es evidente en economía y comercio. Al retirarse del acuerdo de Asociación Trans-Pacífico, renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte e iniciar las investigaciones de la sección 201, 232 y 301, Estados Unidos obliga a sus socios comerciales a sacrificarse por el sólo hecho de "hacer que Estados Unidos sea grande otra vez ".

Querer implementar este concepto que maximiza los intereses estadounidenses debilitará el liderazgo y la influencia de Estados Unidos en la comunidad internacional y no resolverá los problemas de ese país. También ralentizará a la economía mundial.

Steve Suranovic, experto estadounidense en comercio internacional, ya advirtió que las normas internacionales están al borde del colapso y que los intereses comunes desaparecerán si otros países dejan de cooperar con Estados Unidos. Y el "Estados Unidos primero" puede convertirse en "todos hacia atrás".

Impulsado por la estrategia "Estados Unidos primero", el antiguo pionero, diseñador y defensor de las normas internacionales se ha convertido ahora en demoledor, censor y subversivo. Ese cambio no es arbitrario, tiene un carácter supremacista.

De acuerdo con estadísticas parciales, durante el último año la Administración de Trump lanzó 94 investigaciones sobre las presuntas prácticas comerciales desleales sobre decenas de países, lo que representa un 81 por ciento anual.

El informe sobre la adjudicación de controversias de la OMC también indicó que Estados Unidos es hasta ahora el mayor violador de sus reglas, ya que participó en dos tercios de las irregularidades que el organismo multilateral ha investigado.

Además, Estados Unidos también tomó como rehén la designación del órgano de apelación de la OMC, lo que condujo a un desglose del mecanismo de solución de controversias y puso en peligro el sistema multilateral de comercio.

Desde una perspectiva histórica, la globalización económica es una demanda objetiva para el desarrollo de la productividad social y un resultado natural de la innovación científica. Está inyectando un fuerte ímpetu al crecimiento económico global, promoviendo el flujo de bienes y capitales y acelerando el progreso de la tecnología y la civilización. Cada economía ha estado en mayor o menor medida integrada en las cadenas globales industriales y de valor. A su vez, también depende de otras economías.

Las actuales normas económicas y comerciales multilaterales sirven de fundamento para el comercio mundial. El segmento del crecimiento global de la riqueza se ampliará si cada una de las partes respetan las reglas. De lo contrario, la prosperidad y el desarrollo del mundo serán lacerados.

Los repetidos errores de Estados Unidos en sus prácticas unilaterales son la mayor amenaza contra la cadena industrial y la cadena de valor mundiales. Cada vez hay más países que condenan esta actitud.

Sin el respeto y apego a las normas internacionales, Estados Unidos no podrá acercarse a su premisa "Estados Unidos primero". Lo que logrará es que el mundo retorne a un estado de aislamiento y se destruya el recorrido del proceso de globalización que se ha ganado con tanto esfuerzo.