BUENOS AIRES, 19 ago (Xinhua) -- El experto argentino Patricio Giusto afirmó hoy que la situación económica en Turquía, donde la moneda nacional, la lira, se desplomó a un nivel récord la semana pasada, es consecuencia de las políticas proteccionistas de Estados Unidos, que actúan como un factor disruptivo.
En una entrevista con Xinhua, el analista se refirió a las medidas comerciales estadounidenses contra Ankara y sus consecuencias a nivel internacional.
"Turquía es una economía importante, pero difícilmente pueda desatar un efecto cadena a escala global en materia financiera. El principal factor disruptivo en este escenario sigue siendo la temeraria política proteccionista del presidente estadounidense Donald Trump", advirtió Giusto, titular de la consultora Diagnóstico Político.
Turquía ha tomado represalias contra las sanciones estadounidenses y seguirá haciéndolo, dijo el viernes la ministra turca de Comercio, Ruhsar Pekcan, citada por la agencia estatal de noticias Anadolu. Además, agregó que las medidas turcas se han tomado de acuerdo con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La funcionaria declaró que rechaza los ataques contra mercados turcos y acusó a Estados Unidos de iniciar guerras comerciales y de dañar la noción de cooperación económica internacional que se respeta en todo el mundo.
La moneda turca, que se desplomó a un nivel récord la semana pasada, se recuperó un poco en los últimos días. Sin embargo, las amenazas de posibles nuevas sanciones por Trump condujeron a la lira a una nueva baja, para cerrar el viernes con una paridad de 6 liras por dólar.
Estados Unidos y Turquía, dos importantes aliados de la OTAN, comenzaron una amarga disputa diplomática y comercial luego de la detención de un pastor estadounidense acusado de delitos vinculados con terrorismo en Turquía.
Estanbul aumentó dos veces los aranceles sobre varios productos estadounidenses, incluyendo automóviles y bebidas alcohólicas, después de que el presidente Trump elevó los aranceles sobre las importaciones turcas de aluminio y acero a 20 y 50 por ciento, respectivamente.
El experto argentino, politólogo y magíster en Políticas Públicas, destacó que la situación en Turquía tendría impactos a Argentina, porque "es un país altamente dependiente del contexto financiero externo".
A ello se suma, dijo, "el fracaso del actual gobierno para prever y, luego, reaccionar acorde a la situación. Por eso, hoy el país sufre especialmente esta crisis, básicamente de pérdida de confianza en el actual gobierno y su política económica oscilante".
"El gobierno argentino está haciendo lo que está a su alcance en un contexto de alta volatilidad financiera internacional, que encuentra al país sumamente vulnerable por su elevado déficit y excesivo nivel de endeudamiento externo. El problema es que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las medidas posteriores no han devuelto la confianza a los inversores, los bancos y los consumidores, que siguen huyendo del peso. La perspectiva no es para nada buena", advirtió.
La moneda argentina, el peso, se depreció frente al dólar un 62,32 por ciento en lo que va del año, al pasar el 2 de enero la paridad cambiaria de 18,74 pesos por unidad de la divisa estadounidense a 30,42 pesos.
Al respecto, Giusto estimó que "lo más probable es que la moneda argentina se siga depreciando progresivamente. El gobierno está ante la compleja disyuntiva de si conviene o no seguir utilizando reservas (del Banco Central) para contener al dólar y, así, evitar una escalada inflacionaria. Hasta ahora, ha optado por lo primero, aunque esto es insostenible en el mediano plazo y chocaría contra los compromisos asumidos con el FMI. Es necesario clarificar el rumbo de la política económica y anunciar medidas de fondo que contribuyan a recuperar la confianza", propuso.