Un grupo de ballenas, vistas desde el espacio - Digital Globe
Madrid, 06/11/2018 (El Pueblo en Línea) - Contar ballenas nunca ha sido tarea fácil: los barcos, incluso los aviones, pueden viajar solo a ciertas distancias, y los lugares de reunión de estas impresionantes criaturas resultan, a menudo, impredecibles. Ahora, un equipo de investigadores del British Antarctic Survey (BAS) en Cambridge han conseguido contar, al menos, cuatro especies diferentes de ballenas. ¿Cómo? Utilizando imágenes de satélite tomadas a 600 kilómetros de altura sobre el océano, según ABC.
Hasta el momento, las cámaras a bordo de los satélites resultaban inútiles para esta delicada tarea. Con una resolución máxima de 46 cm, en efecto, la mayoría de las ballenas captadas eran poco más que manchas borrosas en las fotografías. Pero el nuevo satélite (de fabricación privada) WorldView-3 tiene una resolución mucho mayor, hasta los 31 cm, lo que permitió a la bióloga Hannah Cubaynes contar hasta 200 ballenas en una superficie de 4.230 km de superficie oceánica. Todo un hito para la investigación de estos cetáceos. El impresionante logro se acaba de publicar en la revista Marine Mammal Science.
Cubaynes empezó probando con siete imágenes de cuatro áreas del mundo conocidas por albergar exclusivamente ballenas francas australes, ballenas de aleta, ballenas jorobadas y ballenas grises en ciertas épocas del año. "Oh, Dios mío", fue su primera reacción al comprobar que las ballenas le resultaban fáciles de ver en las imágenes del satélite. Casi la mitad de sus identificaciones fueron concluyentes, y las ballenas de distintas especies resultaban, en las fotografías, perfectamente reconocibles, incluso cuando estaban juntas o mezcladas entre sí.
A partir de ahora y con esta nueva y poderosa herramienta en su poder, los investigadores utilizarán las imágenes para desarrollar un programa informático capaz de detectar ballenas de forma automática, cuya identificación será confirmada después por expertos. Cubaynes asegura que el sistema ayudará a conservar mejor las diferentes especies de cetáceos, ya que revelará con una mayor precisión cómo se mueven las ballenas, dónde van y cuántas hay exactamente.
Para conseguir una mayor precisión, los científicos trabajan ahora en una forma efectiva de descartar factores de distorsión como el viento, el resplandor del sol o las ballenas que no se ven enteras desde arriba, ya que están en movimiento o formando ángulos con la superficie oceánica. Otro problema, igual que sucede con otras observaciones por satélite, será el mal tiempo, ya que las cámaras no podrán obtener imágenes a través de las nubes.