CHICAGO, 15 nov (Xinhua) -- Entre más sensibles son las personas al sabor amargo de la cafeína, más café beben, según un estudio del Instituto de Investigación Médica QIMR Berghofer de Australia.
En la población de estudio, las personas que fueron más sensibles a la cafeína bebieron mucho café y tomaron poco té. La sensibilidad es causada por una variante genética.
El estudio, publicado hoy en Scientific Reports, también encontró que personas sensibles al sabor amargo de la quinina y del propiltiouracilo (PROP), un sabor sintético relacionado con los compuestos de vegetales crucíferos, evitan el café.
En relación con el alcohol, una mayor sensibilidad al sabor amargo del PROP resultó en un menor consumo de alcohol, principalmente de vino rojo.
"Las conclusiones indican que nuestra percepción de los sabores amargos, determinada por nuestra genética, contribuye a la preferencia de café, té y alcohol", dijo Marilyn Cornelis, profesora asistente de medicina preventiva de la Escuela Feinberg de Medicina de la Universidad Northwestern.
Para el estudio, los investigadores aplicaron la aleatorización mendeliana, una técnica normalmente utilizada en epidemiología de enfermedades, para analizar la relación causal entre el sabor amargo y el consumo de bebidas en más de 400.000 hombres y mujeres en Reino Unido.
Las variantes genéticas vinculadas con la percepción de cafeína, quinina y PROP habían sido identificadas mediante análisis genético de clasificaciones de sabores recabadas de gemelos australianos.
Estas variantes genéticas fueron probadas después por asociaciones que enviaron sus propios informes de consumo de café, té y alcohol en el estudio actual.
"El gusto ha sido estudiado durante mucho tiempo, pero no conocemos toda su mecánica", dijo Cornelis. "El gusto es uno de los sentidos. Deseamos entenderlo desde un punto de vista biológico".