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"Aldeas panameñas" en China son testigos de desarrollo de relaciones bilaterales

Actualizado a las 04/12/2018 - 14:21
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GUANGZHOU, 4 dic (Xinhua) -- Los edificios de dos pisos y de estilo occidental dan un sabor exótico a la aldea de Rulin en la provincia meridional china de Guangdong.

El nombre "aldea panameña" ejemplifica sus lazos con el país latinoamericano al otro lado del océano Pacífico.

Rulin, junto con varias aldeas en el distrito de Huadu de Guangzhou, capital de Guangdong, había sido la principal fuente de mano de obra para los proyectos de construcción de ferrocarriles y canal de Panamá a partir de los mediados de los años 1850.

Hoy en día, alrededor del siete por ciento de la población panameña, que actualmente es de 4,3 millones, tiene ascendencia china y muchas personas pueden rastrear su origen a las aldeas en el sur de China.

Ya que China y Panamá establecieron relaciones diplomáticas en junio de 2017 y se está negociando un acuerdo de libre comercio (ALC), los intercambios continúan aumentando entre los chinos y panameños y sus hogares ancestrales.

"Pregunta a cualquier persona aquí, es casi seguro que te digan que tienen familiares en Panamá", asegura Liao Yundong, exjefe de la aldea de Rulin. "Mis dos hijas fueron a Panamá después de graduarse de escuela secundaria y se han establecido en el país", agrega.

Enrique Lau Cortes, cuyo padre llegó a Panamá hace más de un siglo cuando comenzó a operar el Canal de Panamá, puso el pie por primera vez en su casa ancestral en el distrito de Huadu en septiembre.

"Tanto los valores culturales chinos que me enseñó mi padre como las características panameñas que heredé de mi madre, corren por mi sangre", manifiesta Cortes, quien es presidente de la Asociación de Estudios de Asuntos Internacionales de Panamá.

"Las tradiciones nunca se pierden, y nos acercamos más con las conexiones culturales", destaca Cortes durante un viaje a su templo ancestral en Huadu.

Algunas parejas chinas en Panamá deciden enviar a sus hijos a estudiar en su pueblo natal.

Zhu Bingshen está cuidando a su nieto que estudia en una escuela primaria local en Rulin. Su hijo se fue a Panamá cuando tenía 17 años, y allí se estableció y en la actualidad gestiona un supermercado.

"Esperan que su hijo tenga educación primaria en China, aprenda sobre el país y su cultura primero, y luego vaya a estudiar en Panamá", explica Zhu.

La Escuela Primaria de Rulin fue establecida en 1948 y renovada con el apoyo de los chinos de ultramar en Panamá en 1995.

"Los padres envían a sus hijos a estudiar en la escuela porque no quieren que se olviden de su origen", señala Zhuo Weiliang, subrector de la escuela.

La escuela tiene ocho estudiantes de ultramar. Zhuo comenta que su centro ha ofrecido programas flexibles que duran de dos a tres meses a un semestre entero a niños desde Panamá.

Los niños locales hacen amigos con los extranjeros y se ayudan mutuamente a la hora de aprender chino e inglés, destaca Li Jinlong, profesor de la escuela.

A diferencia de sus antepasados, la mayoría de los chinos en este país latinoamericano actualmente gestionan negocios, contribuyendo y beneficiando a los lazos comerciales bilaterales cada día más estrechos en los últimos años.

China es el segundo mayor usuario del Canal de Panamá, y las compañías chinas, como Huawei y la Compañía de Ingeniería de Puerto de China, han establecido en este país su oficina regional para América Latina.

Se espera que el ALC entre ambas partes impulse la cooperación en áreas como el comercio de mercancías y de servicios, servicios financieros, inversión, y procedimientos aduaneros.

"América Latina y el Caribe desempeñan un papel importante a la hora de fortalecer la conectividad global en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China", indica Wang Yiwei, jefe del instituto de asuntos internacionales de la Universidad Renmin de China. "Ambas partes tienen mucho trabajo por hacer", concluye.  

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