BUENOS AIRES, 6 dic (Xinhua) -- El Rosario Central derrotó hoy por 4:1 en la tanda de penaltis al Gimnasia de La Plata para coronarse campeón de la Copa Argentina de fútbol.
El conjunto auriazul rompió así el maleficio de las finales perdidas, ya que había caído en tres definiciones (2014 ante el Huracán, 2015 ante el Boca Juniors y 2016 ante el River Plate).
En el tiempo reglamentario, el encuentro terminó 1:1 ante la multitud que colmó el estadio Malvinas Argentinas de la ciudad de Mendoza, 1068 kilómetros al oeste de Buenos Aires.
Fernando Zampedri (19m) abrió la cuenta para los rosarinos y Lorenzo Faravelli (52m) estableció la paridad para los platenses.
En los penaltis, dos jugadores del Gimnasia fallaron sus remates (el uruguayo Santiago Silva lo desvió sobre el travesaño y el tiro de Manuel Guanini fue desviado por el portero Jeremías Ledesma).
El último disparo fue cobrado por el experimentado defensa Matías Caruzzo, quien convirtió y desató la algarabía de la afición rosarina.
El partido enfrentó a dos entrenadores que fueron compañeros en el seleccionado argentino durante el Mundial de Italia 1990, donde cayó 0:1 en la final con Alemania: Edgardo Bauza (Central) y Pedro Troglio (Gimnasia).
"El partido fue durísimo, como esperábamos, pero logramos lo que vinimos a buscar", expresó Bauza, de 60 años, ex seleccionador de Argentina y de Arabia Saudí.
En semifinales, ambos habían avanzado también en tanda de penaltis: Central ante Temperley y Gimnasia ante el bicampeón River Plate.
Con este título, el equipo de la ciudad de Rosario, donde es el más popular junto a Newell's Old Boys, se clasificó a la Copa Libertadores de América 2019.
El delantero Ezequiel Lavezzi, ex Central y actualmente en el Hebei Fortune de China, estuvo en las graderías del estadio para alentar a los auriazules.
El Boca, con tres títulos, es el equipo que más veces ganó este certamen, que enfrenta a clubes de distintas categorías de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), seguido de River (2), Arsenal (1), Huracán (1) y Central (1).