Recientemente, las temperaturas cayeron por debajo de menos 40 grados celsius en Mohe, el condado más septentrional de China situado en la provincia de Heilongjiang. Los turistas lanzaban al aire cuencos de agua caliente y se asombraban de la súbita nueve en que se convertía el preciado líquido.
“Vale la pena tanto frío”, asegura Tan Jian, residente en la provincia de Jiangxi, que viajó a Mohe para presenciar el espectáculo de la “nieve súbita”.