TIANJIN, 16 dic (Xinhua) -- Li Rui, una estudiante de 23 años de la Universidad de Medicina de Tianjin, tiene 29 certificados de donación voluntaria de sangre. Li dice que desde finales de 2016 ha donado plaquetas hasta dos veces por mes, excepto en las vacaciones de invierno y verano.
La joven donó por primera vez en el centro de sangre de Tianjin después de que su padre cayera gravemente enfermo. Asegura que este evento le hizo darse cuenta de lo frágil y preciosa que es la vida.
Después de eso, la estudiante empezó a ir regularmente al centro. La primera vez que donó sangre, se enteró de que las personas afectadas por la leucemia son las más necesitadas de plaquetas, un componente de la sangre crucial para el tratamiento de dicha afección.
Además, supo que las donaciones de plaquetas ayudan significativamente a reducir los posibles efectos secundarios de las transfusiones de sangre tradicionales.
"Desde el comienzo hasta el final, una donación de plaquetas dura aproximadamente tres horas, ya que se hace con una máquina que extrae solo las plaquetas y luego te devuelve el resto de tu sangre", explica Li.
"Además, la extracción se hace de ambos brazos", agrega. "Generalmente, un par de días después de cada donación, recibo un mensaje de texto diciendo que mi sangre ha sido utilizada. Es entonces cuando siento que mi esfuerzo ha valido la pena".
Li también creó un grupo en la plataforma de redes sociales WeChat que ya cuenta con más de 400 miembros, para convencer a más compañeros de su universidad de unirse a la causa. A menudo comparte allí sus conocimientos sobre la donación de sangre.
"Normalmente toma tres días para que las plaquetas del cuerpo vuelvan a la normalidad después de una donación", afirma Li. "Por lo tanto, los donantes pueden volver a presentarse para una extracción 15 días después de la última, siempre y cuando se demuestre que son donantes calificados", agrega, repitiendo las instrucciones de Jia Xinji, quien "recluta" donantes en el centro de sangre de Tianjin.
Ahora, Li comparte lo que sabe sobre las donaciones con sus amigos, familiares y compañeros de universidad. "Puede que el mío solo sea un pequeño intento individual, pero los esfuerzos darán frutos a medida que más personas en China se den cuenta de la importancia de la donación de sangre", sostiene.
Li hace parte del grupo cada vez mayor de personas que donan sangre de manera voluntaria en China, quienes el año pasado hicieron un total de 14,59 millones de donaciones, casi 45 veces más que en 1998.
El país registró casi 6 millones de donaciones y acopió 2.065 toneladas de sangre donada de enero a mayo de este año, lo que representa aumentos del 3,6 y el 5,2 por ciento, respectivamente, en comparación con el mismo lapso del año pasado, según la Comisión Nacional de Salud (CNS).
"Un número creciente de voluntarios como Li Rui ha contribuido al aumento de la donación de sangre en nuestro centro en los últimos años", afirma Jia. "Al mismo tiempo, la ciudad ha implementado políticas favorables para alentar tal comportamiento, como la exención de tarifas de procesamiento de sangre en los hospitales si un donante aporta más de 1.000 ml dentro de cinco años", añade.
Políticas similares también han sido introducidas en otras ciudades del país, como Beijing y Shanghai.
"La sangre para uso clínico en China ahora proviene completamente de donantes voluntarios", asevera Zhou Changqiang, un funcionario de la CNS.
"En los últimos dos años, la donación de sangre se ha convertido en parte de mi vida", dice Li, y agrega que ella y sus padres también se benefician de las políticas debido a sus donaciones.
El número de donaciones voluntarias de sangre en China ha venido aumentando sin interrupción a lo largo de los últimos 20 años, pasando de 328.000 en 1998 a 14,59 millones en 2017, según las cifras de la CNS.
La cantidad de donantes voluntarios de sangre y el volumen de sangre recolectada en el país de enero a noviembre de este año aumentaron en un 3 y un 4 por ciento, respectivamente, frente al año pasado, informó Zhou.