SANTIAGO, 20 dic (Xinhua) -- La economía de América Latina y el Caribe crecerá un 1,7 por ciento en 2019, en un escenario internacional con mayores incertidumbres, según informó hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La cifra es inferior a la informada por el organismo de las Naciones Unidas en octubre pasado (1,8 por ciento).
La CEPAL, con sede en Santiago de Chile, proyectó que la región cerrará 2018 con una expansión promedio de 1,2 por ciento, menor a lo señalado en octubre (1,3 por ciento).
La oficina regional presentó este jueves su Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2018, en el que prevé un 2019 con mayores incertidumbres económicas provenientes de distintos frentes.
Lo anterior repercutirá en el crecimiento de las economías de la región, por lo que se requiere "de políticas públicas para fortalecer las fuentes de crecimiento y hacer frente al panorama de incertidumbre a nivel global", afirmó la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.
"Es necesario fortalecer el papel activo de la política fiscal de la región en materia de ingresos y gastos. En ese sentido, es fundamental reducir la elusión y evasión fiscal y los flujos financieros ilícitos", dijo Bárcena en un discurso.
La secretaria ejecutiva de la CEPAL propuso fortalecer los impuestos directos y de tipo saludables y verdes.
Por el lado de los gastos, planteó estabilizar y dinamizar el crecimiento, y reorientar la inversión pública a proyectos con impacto en el desarrollo sostenible.
Reiteró, tal como lo hizo en las anteriores proyecciones del organismo, la importancia de las alianzas público-privadas, la reconversión productiva, las nuevas tecnologías y la inversión verde, en resguardo del gasto social en periodos de desaceleración económica.
El documento presentado en Santiago establece que los países de la región enfrentarán un escenario económico mundial complejo, con una reducción de la dinámica del crecimiento en países desarrollados y economías emergentes.
Se espera además un aumento en la volatilidad de los mercados financieros internacionales y el debilitamiento estructural del comercio mundial.
El mayor riesgo para la región sigue siendo un deterioro abrupto de las condiciones financieras para las economías emergentes, que evidenciaron este año la reducción en los flujos de financiamiento externo, un aumento en los niveles de riesgo soberano y la depreciación de sus monedas frente al dólar.
El organismo señaló en el informe que no pueden descartarse nuevos episodios de deterioro en las condiciones financieras futuras, y que las consecuencias dependerán de cuán expuestos se encuentren los países en términos de sus necesidades y perfiles de financiamiento externo.
Se estima que América Central (excluido México) crezca 3,3 por ciento en 2019, América del Sur 1,4 por ciento y el Caribe 2,1 por ciento.
A nivel de países, la isla caribeña de Dominica encabeza las previsiones de crecimiento regional con 9 por ciento, seguida por República Dominicana (5,7 por ciento), Panamá (5,6 por ciento), Antigua y Barbuda (4,7 por ciento) y Guyana (4,6 por ciento).
En el otro extremo, se prevé que Venezuela pueda sufrir una contracción de su economía de un 10 por ciento, seguida por Nicaragua (2 por ciento) y Argentina (1,8 por ciento).
En cuanto a las mayores economías de la región, Brasil y México, se prevé que crecerán 2 y 2,1 por ciento, respectivamente.
El informe arrojó que el crecimiento económico de 2018 estuvo liderado por la demanda interna, la recuperación de la inversión fija y el consumo privado, no obstante desde el segundo trimestre se observó una moderación en las tasas de expansión.
En política fiscal, se profundizó en 2018 la consolidación y el proceso de ajuste fiscal llevó a una reducción del déficit primario de 0,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2017, a 0,6 por ciento del PIB en 2018, aunque acompañado de un pequeño aumento de la deuda pública.