Li Yanqiu (a la izquierda), de 42 años, en noviembre del 2018 terminó sus estudios en Reino Unido. (Foto: China Daily)
Por Cao Chen y Zhou Wenting
Beijing, 02/01/2018(El Pueblo en Línea) - Para muchas personas de mediana edad, la decisión de tomarse un permiso sabático para cursar estudios en el extranjero no la pueden decidir sin considerar la estabilidad de sus relaciones familiares.
"En la ajetreada vida urbana de hoy, la familia es todo un desafío", subraya Li Yanqiu, de 42 años, quien estudió una maestría en cine etnográfico y documental en el London University College de Reino Unido.
Las situaciones que resultan de la separación física tales como las diferencias de tiempo, la vida alternativa, las rutinas de trabajo y las ansiedades que se derivan de la ausencia en la vida del otro, dificultan el hecho de residir temporalmente lejos de los seres queridos. Y todo esto, a pesar de las innumerables maneras en que la tecnología puede ayudar a mantener una buena comunicación y acercar la convivencia entre los familiares que permanecen separados.
En gran medida, esta problemática se refleja en el reportado aumento de crisis en relaciones de pareja cuando las madres acompañan a sus hijos que van a estudiar al extranjero.
Grupo Weiqing, una de las principales agencias chinas de asesoría de relaciones, precisó que durante el 2018 recibió más de 70 casos -casi un tercio del total- donde la esposa estuvo en un país extranjero junto a su hijo, mientras que el esposo permaneció trabajando en China.
"Usted tiene que hacer un plan antes de ir a estudiar al extranjero, y debe ser un plan familiar, ya que siempre se necesita el apoyo de la familia", aconseja Li.
"Decidimos que durante mi año sabático, mi esposo tomaría la responsabilidad total de nuestro hijo que está estudiando en un internado de Shanghai, mientras yo me enfocaría en mis estudios”, añadió.
Li recuerda que se comunicó por teléfono y llevó a cabo vídeollamadas semanales programadas, pero sobre todo es la confianza depositada lo que realmente marcó la diferencia.
"Debido a los distintos horarios, mientras estudiaba en el extranjero no podía estar pendiente de mi familia en China tanto como yo quería. Eso me hacía sentir incómoda", afirma Li. "Así que confié en que mi marido se encargaría de todo, manteniendo el cuidado y la tolerancia adecuados."
Xu Jian, cuya esposa e hijo residieron en Reino Unido durante un año de maestría entre el 2014 y el 2015, asegura que la comprensión y la cooperación entre las parejas es vital cuando se trata de estudiar en el extranjero.
Mientras él y su hijo asumieron el nuevo escenario sin mamá, su esposa reanudó la responsabilidad de ser ama de casa pero en tierra extranjera, función que le resultó muy diferente - especialmente en asuntos culinarios- a la que desempeñaba en su natal Chengdu, ciudad de la provincia de Sichuan.
"Cuando la relación va bien, es una delicia encontrar que la experiencia es única para cada uno de nosotros. Al realizar diversas actividades, aprendemos idiomas extranjeros, otra cultura y habilidades de comunicación en un nuevo entorno", agregó.
Xue Yali, profesora asociada del Centro de Estudios sobre la Familia, adscrito a la Academia de Ciencias Sociales de Shanghai, coincide con Xu.
"Para aquellos que manejan bien una relación de larga distancia, tal experiencia puede ser gratificante", indica Xue. "La pareja puede aprovechar los recursos y las oportunidades en diferentes espacios y ambientes para su autodesarrollo y empoderar su matrimonio con energía, frescura y vitalidad".
(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)