Por Luis Rojas
MEXICO, 6 mar (Xinhua) -- Los planes para instalar en México una fábrica de autos eléctricos por parte de una empresa de China podrían concretarse antes de que termine 2019 ya que el proyecto está muy avanzado, informó el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), José Manuel López.
En una entrevista con Xinhua, el dirigente empresarial detalló que actualmente se encuentra en análisis la ubicación de la factoría, que implica una asociación entre una empresa china y una mexicana, cuyos nombres se reservó por tratarse de información confidencial.
"De acuerdo con la información que tenemos, en lo que resta de este año deben de tener ya definido el proyecto completo, que eso incluye la ubicación", precisó López en una conversación en sus oficinas de la Ciudad de México.
"Ya tienen estudios de mercado y de disponibilidad de recursos e infraestructura para tres posibles lugares, definirán el sitio y espero que antes de que termine 2019 se inicien los trabajos para esta planta", agregó, sin definir las ubicaciones.
Sin embargo, el presidente del organismo dijo que en el caso de la empresa china se trata de un nuevo participante en México para el sector automotor.
En el país, ya operan representaciones de Beijing Automotive International Corporation (BAIC), Anhui Jianghuai Automobile (JAC) y Nanjing Jiayuan Special Electric Vehicles Manufacturing, que se especializa en unidades eléctricas.
La Concanaco-Servytur ha desempeñado un rol muy activo de intermediario entre empresarios mexicanos y chinos, con el propósito de fortalecer los vínculos entre las dos naciones.
Una delegación del organismo empresarial participó el pasado noviembre en la primera Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, por sus siglas en inglés), la primera en su tipo a nivel mundial.
Además, en el 2018 la Concanaco-Servytur signó un convenio de colaboración con Shanghai International Autocity Group, una institución que promueve las inversiones chinas en el exterior.
Además de la industria automotriz, López explicó que existe un fuerte interés por parte del país asiático en proyectos vinculados con el sector telecomunicaciones, el electrónico y el energético, sobre todo en lo que se refiere a paneles solares.
"México no tiene la capacidad para crecer con las plantas tradicionales y el gobierno federal está trabajando en ese sentido, y la incorporación de generadores de energía por medios sustentables, como la eólica y la solar, es una de las prioridades en este país", precisó.
"De manera que esa es un área en la que va a seguir habiendo un crecimiento sostenido en el mediano y largo plazo", agregó.
Por otro lado, el representante empresarial sostuvo que China debe aprovechar las oportunidades que ofrece México, al contar con una amplia red de acuerdos comerciales a nivel global.
Por ejemplo, en el caso de Norteamérica, el recién renovado Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) constituye una puerta de entrada a la región de productos chinos.
"Pensamos que México puede ser para los chinos un sitio estratégico para instalar plantas productivas y poder cumplir con los requisitos para poder exportar a estos países con los que se tienen tratado", dijo López.
"Esa es una de las apuestas del beneficio que puede tener un país como México por su cercanía y su colindancia con Estados Unidos", agregó.
De acuerdo con datos del organismo, el intercambio comercial entre México y China podría terminar el 2019 en los 90.000 millones de dólares, desde los 85.000 millones de dólares estimados en el 2018.
En el 2013, México y China acordaron elevar su vínculo hacia una Asociación Estratégica Integral.
Este año, el organismo empresarial pondrá en marcha la llamada "Casa México Concanaco-Servytur" en el Centro de Comercio Internacional Hongqiao de Shanghai, en la que se estima la participación de hasta 80 empresas cuando la iniciativa alcance madurez.
La Concanaco-Servytur es uno de los principales organismos empresariales de México y la participación de sus sectores representados asciende a un 54 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).