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(Dos sesiones) Comentario: Nunca es demasiado tarde para redescubrir la fuerza de China

BEIJING, 7 mar (Xinhua) -- Las dos sesiones anuales de China son una ventana para que la gente de otros países pueda evaluar su trayectoria de desarrollo, así como su influencia en el mundo. El evento de este año no es una excepción.

Los observadores están ansiosos por saber, ya que vamos camino a un año de desaceleración global, ¿cómo hará frente China a los choques externos? ¿sigue siendo China un ancla de la economía global?

No hay respuestas fáciles.

Como indica el informe sobre la labor del gobierno presentado ante las sesiones, el desarrollo de China se enfrenta a un "entorno más complejo y severo" y a riesgos y desafíos previsibles y difícilmente previsibles más numerosos y mayores en 2019.

Eso refleja lo que el Fondo Monetario Internacional ya ha advertido: las nubes se están acomodando para una posible "tormenta económica" en 2019, citando factores como las tensiones comerciales, la escalada arancelaria, el ajuste financiero, la incertidumbre del Brexit y la desaceleración de la economía china.

En un mundo estrechamente conectado, ninguna economía importante será automáticamente un oasis.

China respondió al turbulento entorno con su firme determinación de profundizar la reforma estructural. Para este año, el país reduce la meta de crecimiento a un rango de entre 6 y 6,5 por ciento, y la define como "ambiciosa pero realista".

Es una ralentización autoinfligida. Al considerar que 2019 es un año crucial, el gobierno chino ha dejado en claro que su prioridad en el nuevo año es abordar los principales riesgos, la pobreza y la contaminación.

La campaña de desapalancamiento es crucial. Los riesgos del crecimiento económico dependiente de la deuda deben ser neutralizados. De lo contrario, será demasiado difícil para una economía tan grande como China perforar la burbuja hasta cuando ya haya crecido demasiado. La reducción de la pobreza es particularmente importante, toda vez que solo queda un año para que el país logre su objetivo de erradicar la miseria extrema para 2020. China debe también ganar la batalla contra la contaminación para garantizar un cielo azul y un agua y un suelo limpios. No es a petición de otros sino por iniciativa propia del país.

Para combatir la desaceleración del crecimiento, el gobierno también se comprometió a reducir los impuestos, disminuir las tarifas y simplificar la burocracia.

Tras los colosales recortes de impuestos y tarifas de alrededor de 1,3 billones de yuanes (194.000 millones de dólares) aplicados en 2018, este año China reducirá las cargas corporativas en casi 2 billones de yuanes, lo que beneficiará en particular a la manufactura, las pequeñas empresas y los trabajadores urbanos.

Con la puesta en efecto de estas medidas, las empresas y los ciudadanos podrán compartir dividendos más jugosos del crecimiento económico. El poder de consumo se liberará aún más, alimentando un modelo de crecimiento sano y sostenible.

En comparación con las herramientas de política utilizadas en el pasado, como el relajamiento del crédito y el estímulo masivo, el liderazgo de China asume con la mayor seriedad las reformas estructurales. Se están produciendo cambios alentadores.

Con una producción económica que supera los 13,6 billones de dólares, la economía china es demasiado importante para ser ignorada, aunque esté creciendo a un ritmo más lento. Tras haber contribuido más de un tercio del crecimiento mundial, seguirá desempeñando un papel destacado.

Como señala el informe de trabajo del gobierno, China aún se encuentra en un periodo importante de oportunidades estratégicas para el desarrollo y tiene una amplia resiliencia, un enorme potencial y una gran creatividad para desatar.

El anhelo del pueblo chino por una vida mejor es fuerte. La nación tiene una voluntad inquebrantable y la capacidad necesaria para prevalecer sobre dificultades y desafíos de cualquier tipo. Los fundamentos económicos de China son sólidos y seguirán siendo sólidos en el largo plazo.

Con sus sistemas político y social únicos, la economía de China ha sobrevivido y prosperado en medio de grandes desafíos durante décadas. Para aquellos que dudan y se dedican a profetizar desastres, nunca es demasiado tarde para que redescubran la fuerza de China.