El anciano Han y la anciana Wu posan para las fotos de boda en el Instituto de Bienestar Social de Wuhan del distrito de Jianghan, el 28 de marzo de 2019. [Foto proporcionada a chinadaily.com.cn]
Wuhan, 03/04/2019(El Pueblo en Línea) - Un dicho dice que el amor no tiene edad. Un ejemplo es lo que sucedió entre el anciano Han, de 96 años, y Wu, la aanciana de 85 años, en Wuhan, provincia de Hubei, centro de China.
Su romance se remonta al Festival de la Primavera en 2017, cuando se conocieron en la reunión de sus hijos por primera vez, según Changjiang Daily. Habían estado viviendo solos desde que murieron sus respectivos cónyuges. Sus hijos, que eran amigos, se habían preocupado por la soledad de sus padres y decidieron presentarlos.
Han pensó que Wu era muy agradable después de la reunión y decidieron comenzar una relación con el apoyo de sus hijos. Regaló a Wu un abanico durante los días calurosos y rosas en su cumpleaños, y también hablaba con ella por teléfono de vez en cuando. Wu le regaló un par de zapatillas de deporte después de darse cuenta de que él llevaba zapatos de cuero todo el tiempo.
Han vivía en una casa de 130 metros cuadrados antes de conocer a Wu. Planeaba invitarla a mudarse, pero Wu no quería dejar su apartamento en el Instituto de Bienestar Social de Wuhan, en el distrito de Jianghan, donde había residido durante cuatro años. Así que Han se mudó al instituto, a un departamento frente al de Wu. Él la llamaba todas las mañanas y se reunían todos los días para las tres comidas.
El 1 de noviembre de 2018, los dos se casaron. Han regaló a Wu un anillo de diamantes de un quilate en su ceremonia de boda.
El anciano Han y la anciana Wu posan para las fotos de boda en el Instituto de Bienestar Social de Wuhan del distrito de Jianghan, el 28 de marzo de 2019. [Foto proporcionada a chinadaily.com.cn]
El instituto les organizó una suite, que se convirtió en una casa acogedora. Los libros, periódicos y lupas de Han y el trabajo manual de Wu están sobre el escritorio, mientras que la caligrafía favorita de Han cuelga en la pared.
Wu aprende a cantar durante el día y Han lee periódicos. Cuando él juega ajedrez chino, ella se sienta y lo mira. A veces hacen trabajos manuales juntos, ven las noticias de televisión y piden comida para llevar.
Han dijo que se dedicó a la investigación de astronomía cuando era joven y Wu hizo exploración de petróleo, ambas áreas que requieren trabajo de campo, por lo que tienen muchos temas comunes de los que hablar todos los días.
El jueves por la tarde, se hicieron sus fotos de boda en el jardín del Instituto de Bienestar Social. Han dijo: "Estoy muy feliz".
"Los adultos mayores necesitan más compañía, tanto física como emocional", dijo Zhou Chunfang, director del Instituto de Bienestar Social del distrito de Jianghan en Wuhan. "La sociedad debería ayudarlos a encontrar el amor más adelante en la vida".