Una persona sostiene una máscara en una manifestación frente a la sede de la Policía Federal donde se encuentra detenido el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en Curitiba, estado de Paraná, en el sur de Brasil, el 7 de abril de 2019. De acuerdo con información de la prensa local, simpatizantes de Lula se manifestaron frente a su prisión para conmemorar el primer aniversario de su arresto por corrupción pasiva y lavado de dinero, en el marco del caso Lava Jato. (Xinhua/Rahel Patrasso)
RIO DE JANEIRO, 7 abr (Xinhua) -- El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), cumplió hoy un año en prisión, lapso en que han sido rechazados múltiples recursos de la defensa para lograr su libertad.
Lula da Silva se entregó a la Policía Federal (PF) el 7 de abril de 2018, luego de permanecer dos días en la sede del Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo rodeado de miles de simpatizantes, órgano donde inició su carrera sindical 50 años atrás.
Posteriormente, fue trasladado vía aérea a la Supeintendencia de la PF en Curitiba, capital regional de Paraná (sur), donde se encuentra preso desde entonces en una sala especial de 15 metros cuadrados que cuenta con baño, cama, mesa y televisor.
El político se convirtió en el primer ex presidente brasileño en prisión por un crimen común, pues anteriormente otros cinco ex mandatarios fueron aprehendidos, aunque por motivos políticos.
El representante de la izquierda brasileña fue condenado en un principio en segunda instancia a 12 años y un mes de prisión, pena que en febrero pasado fue ampliada a 12 años y 11 meses, por corrupción pasiva y lavado de dinero.
Se le sentenció por recibir un apartamento de la constructora OAS en el litoral del estado de Sao Paulo a cambio de favorecer a la empresa.
El ex mandatario brasileño ha salido en dos ocasiones de la celda, la primera de ellas en noviembre del año pasado para declarar ante la Justicia Federal de Curitiba.
Su segunda salida se registró en marzo anterior, luego de que se le autorizó acudir al velorio de su nieto Arthur, de 7 años, quien murió por una infección.
A finales de enero pasado, la justicia brasileña le negó asistir al entierro de su hermano Vavá, quien falleció a los 79 años de edad, con el argumento de no poder garantizar su seguridad.
Durante este año en prisión, Lula da Silva, de 73 años de edad, recibió en febrero anterior una nueva condena por corrupción y lavado de dinero.
La sentencia fue por pagar con dinero de las constructoras brasileñas Odebrecht y OAS la remodelación de la propiedad de un amigo a cambio de ayudar a dichas empresas con nuevos contratos públicos.
La Justicia Electoral de Brasil también invalidó su candidatura para participar en las elecciones presidenciales pasadas con el Partido de los Trabajadores (PT), para buscar nuevamente la Presidencia.
La invalidación se basó en una ley firmada por el propio político cuando fue presidente, que impide que sentenciados en segunda instancia postulen a un cargo público, como en su caso.
El político brasileño lideraba en ese momento las encuestas de intención del voto en el país sudamericano, elecciones que ganó su rival político y actual presidente, Jair Bolsonaro.
En prisión enfrenta además el bloqueo de cuentas bancarias determinado por la justicia, así como la incautación de dos vehículos y cuatro inmuebles de su propiedad.
En cuentas bancarias están bloqueados más de 600.000 reales (155.000 dólares), así como unos 9 millones de reales (2,33 millones de dólares) en fondos de pensión privados.
Esta situación ha provocado dificultades entre los abogados del ex presidente para ejercer la defensa por falta de dinero.
Según el presidente del Instituto Lula, Paulo Okamoto, el ex mandatario ha gastado entre 4 y 5 millones de reales (entre 1 y 1,25 millones de dólares) en su defensa, además de admitir las dificultades financieras por el bloqueo de las cuentas bancarias.
La popularidad de Lula da Silva no ha decaído a pesar de su condición, al recibir en un año más de 30.000 cartas en prisión, además de centenares de regalos de simpatizantes.
Mientras la defensa busca un "habeas corpus" de la justicia, los problemas para el ex presidente no paran de acumularse.
El 21 de marzo pasado, recibió una nueva acusación por parte de la PF de lavado de dinero y tráfico de influencias, junto a su hijo Luis Claudio.
Personas participan en una manifestación frente a la sede de la Policía Federal donde se encuentra detenido el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en Curitiba, estado de Paraná, en el sur de Brasil, el 7 de abril de 2019. De acuerdo con información de la prensa local, simpatizantes de Lula se manifestaron frente a su prisión para conmemorar el primer aniversario de su arresto por corrupción pasiva y lavado de dinero, en el marco del caso Lava Jato. (Xinhua/Rahel Patrasso)
Personas participan en una manifestación frente a la sede de la Policía Federal donde se encuentra detenido el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en Curitiba, estado de Paraná, en el sur de Brasil, el 7 de abril de 2019. De acuerdo con información de la prensa local, simpatizantes de Lula se manifestaron frente a su prisión para conmemorar el primer aniversario de su arresto por corrupción pasiva y lavado de dinero, en el marco del caso Lava Jato. (Xinhua/Rahel Patrasso)
Una persona participa en una manifestación frente a la sede de la Policía Federal donde se encuentra detenido el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en Curitiba, estado de Paraná, en el sur de Brasil, el 7 de abril de 2019. De acuerdo con información de la prensa local, simpatizantes de Lula se manifestaron frente a su prisión para conmemorar el primer aniversario de su arresto por corrupción pasiva y lavado de dinero, en el marco del caso Lava Jato. (Xinhua/Rahel Patrasso)
Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), reacciona durante una manifestación frente a la sede de la Policía Federal donde se encuentra detenido el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en Curitiba, estado de Paraná, en el sur de Brasil, el 7 de abril de 2019. De acuerdo con información de la prensa local, simpatizantes de Lula se manifestaron frente a su prisión para conmemorar el primer aniversario de su arresto por corrupción pasiva y lavado de dinero, en el marco del caso Lava Jato. (Xinhua/Rahel Patrasso)
Personas participan en una manifestación frente a la sede de la Policía Federal donde se encuentra detenido el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en Curitiba, estado de Paraná, en el sur de Brasil, el 7 de abril de 2019. De acuerdo con información de la prensa local, simpatizantes de Lula se manifestaron frente a su prisión para conmemorar el primer aniversario de su arresto por corrupción pasiva y lavado de dinero, en el marco del caso Lava Jato. (Xinhua/Rahel Patrasso)
(Web editor: Felipe Chen, Rocío Huang)