BEIJING, 22 abr (Xinhua) -- Seis años después de su lanzamiento por parte del presidente Xi Jinping, la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, según sus siglas en inglés) se presenta como una estrategia de cooperación de gran envergadura, con una serie de importantes proyectos en buena marcha. La creciente participación de América Latina y el Caribe (LAC), extensión natural de la antigua Ruta de la Seda Marítima, contribuye a completar su mapa. En este sentido, Chile está buscando aportar desde el otro lado del Pacífico su contribución.
La entonces presidenta chilena, Michelle Bachelet, cuando asistió en representación de LAC al primer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, celebrado en Beijing en mayo de 2017, afirmó que la BRI podría favorecer no sólo la interconectividad entre los países, sino también un orden mundial de paz, equidad e inclusión.
En la Segunda Reunión Ministerial del Foro China-CELAC, celebrada en Santiago de Chile en enero de 2018, los países participantes aprobaron por unanimidad una declaración especial sobre la BRI, emitiendo señal inequívoca de la voluntad común entre China y LAC sobre la cooperación en torno a esta.
En noviembre de 2018, Chile firmó con China en Beijing un memorándum de entendimiento de cooperación en el marco de la BRI y se convirtió en uno de los pioneros de LAC en asociarse a la iniciativa. Entonces, el canciller chileno, Roberto Ampuero, señaló que tras años de rápido crecimiento, su país demandaba grandes obras de infraestructura, y en este contexto, la firma del memorándum daría inicio a un flamante capítulo de las relaciones sino-chilenas, para aprovechar el inmenso potencial de cooperación ofrecido por la BRI.
En resumidas palabras, cada vez que hay avances de la cooperación entre la BRI y LAC, Chile casi siempre está presente. Hace eco del espíritu de la Ruta de la Seda y está a la vanguardia en la coordinación de políticas, la conectividad de infraestructuras, la facilitación del comercio, la cooperación financiera y el intercambio entre los pueblos, por lo cual viene cosechando suculentos beneficios en la cooperación con China.
Los últimos años han sido testigo de una constante mejora cualitativa y estructural de la sustancial cooperación sino-chilena. China lleva años posicionada como el mayor socio comercial, el primer destino de exportaciones y el primer país de origen de las importaciones de Chile. Chile, por su parte, fue el primer país latinoamericano en profundizar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, haciendo de este el más abierto de esta índole que ha firmado China con el exterior hasta ahora. Entretanto, el comercio bilateral presenta una mayor diversidad con una variedad cada vez mayor de productos chilenos exportados a China, tales como vinos, cerezas y salmón, que han sido objeto de buena acogida por parte de los consumidores chinos. Hace poco, un centenar de autobuses eléctricos chinos arribaron a Santiago de Chile, con calidad, comodidad y aspectos ambientales altamente valorados por el Gobierno y la ciudadanía chilenos.
Los institutos Confucio en Chile y la actividad anual "ChileWeek" en China, sirven como útiles plataformas para aumentar el conocimiento mutuo y el acercamiento de ambos pueblos. La cooperación en los terrenos de turismo, asuntos antárticos y astromonía, entre otros, avanza viento en popa.
La cooperación entre China y Chile tiene una sólida base y rinde fructíferos resultados en beneficio de ambos pueblos. De cara al futuro, la BRI podrá traer aún mayor potencial a esta cooperación.
-- En noviembre pasado, y en el marco del foro APEC, el presidente Xi Jinping y el presidente chileno, Sebastián Piñera acordaron seguir promoviendo la cooperación en la BRI, identificando proyectos y áreas prioritarios de una cosecha temprana, un importante consenso político que sienta una base sólida para la cooperación bilateral en la etapa venidera.
-- A partir del año pasado, el Gobierno chino ha anunciado una serie de medidas para profundizar aún más en la reforma y la apertura. El Gobierno chileno, por su parte, ha lanzado la Ruta Energética 2018-2022, entre otras iniciativas, para impulsar proyectos de cooperación en infraestructura como el del cable submarino de fibra óptica China-Chile. Con la entrada en vigencia del Protocolo de Profundización del TLC, el 1° de marzo del año en curso, el 98 por ciento de los productos del comercio bilateral ya gozan de la exención de aranceles. Así se liberará en mayor medida el potencial del comercio China-Chile y la cooperación práctica iniciará una nueva ronda de desarrollo robusto.
-- A finales de abril, China celebrará en Beijing el segundo Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, en el que concurrirán líderes políticos, empresarios y académicos. Las miradas del mundo se posarán de nuevo sobre la Franja y la Ruta, el mayor producto público internacional. Este foro ha sido una relevante plataforma para la cooperación internacional de la Franja y la Ruta, un proceso participativo en el que Chile será, sin lugar a dudas, aún más activo.
Estamos convencidos de que Chile, como miembro fundador de la Alianza del Pacífico, seguirá a la vanguardia de la extensión de la Franja y la Ruta hacia América Latina y el Caribe, para que dicha iniciativa articule mejor con el desarrollo regional. Se ha conformado una tendencia a escala regional de incorporarse a la cooperación en la Franja y la Ruta. Además de Chile, Uruguay, Panamá y República Dominicana, entre otros países de la región, han firmado con China el memorándum de entendimiento de la Franja y la Ruta para contribuir a la comunidad de futuro compartido China-América Latina y el Caribe.