MADRID, 17 may (Xinhua) -- Las inversiones chinas se han ganado el respeto de la sociedad española en la última década por la seriedad de las empresas que llegan a España, según explicó este jueves Borja Ribera, profesor de la prestigiosa EAE Business School de Madrid y experto en patrimonio y mercados financieros, en una entrevista exclusiva con Xinhua.
"A partir de 2007 hubo unos años de tanteo, porque los españoles no conocían con profundidad a los inversores chinos. Pero tras estos primeros años, los empresarios se han dado cuenta de que los chinos son completamente fiables. Se puede decir que las inversiones chinas se han ganado el respeto de España", señaló Ribera.
El profesor destacó que la concreción, eficacia y seriedad en los plazos y los pagos de los inversores chinos han calado poco a poco en las empresas españolas, que ahora están "encantadas y dispuestas" a colaborar cuando un inversionista chino pregunta por ellas.
De acuerdo con los datos publicados por la consultora Baker McKenzie, con sede en la ciudad estadounidense de Chicago, las inversiones chinas en España crecieron un 162 por ciento en 2018 respecto al año inmediatamente anterior y llegaron a los 1.170 millones de dólares.
Los guarismos suponen un gran avance respecto a las cifras de 2017, cuando los inversores del país asiático invirtieron 450 millones de dólares en España.
El país del sur de Europa se convirtió de esta manera en el sexto estado europeo por el que más apostaron los inversores chinos, solo por detrás de Reino Unido, Suecia, Alemania, Luxemburgo y Francia.
"Ellos saben que España les da estabilidad y los españoles son conscientes de que los inversores chinos tienen unos códigos que avalan su fiabilidad. Son grandes trabajadores y buenos pagadores", explicó Ribera.
El deseo de las empresas española de atraer industrias chinas supone la constatación del buen momento que vive la economía China.
Según las estadísticas de las Aduanas de China, en los primeros cuatro meses de este año, el valor total de las importaciones y exportaciones del país asiático fueron de 9,51 billones de yuanes (un dólares equivale a 6.7 yuanes), un aumento interanual del 4,3 por ciento.
Entre ellos, las exportaciones fueron de 5,06 billones de yuanes, un 5,7 por ciento más, mientras las importaciones de 4,45 billones de yuanes, un 2,9 por ciento más, lo que está mejorando la situación de desequilibrio comercial.
Los inversores chinos optaron por esparcir sus inversiones en diferentes ámbitos, aunque las áreas por las que más apostaron las firmas chinas fueron automoción (un 17 por ciento de las operaciones), servicios (15 por ciento) y tecnologías de la información y comunicaciones, con el 14 por ciento de las inversiones, de acuerdo con Baker McKenzie.
Carlos Sentís es el fundador de Henkuai, principal consultora de comunicación y relaciones entre España y China, explicó en entrevista con Xinhua que, además de estos, hay otros sectores que están recibiendo inversión china.
"Las infraestructuras, con puertos como el de Barcelona, han cambiado de cara gracias a la llegada de capital chino, que ha ayudado a su modernización. También se están haciendo fuertes en otros puertos en lugares como Cartagena y Valencia, donde han generado un valor añadido y creado puestos de trabajo", reflexionó Sentís.
Sentís emplazó a otros sectores, como el energético o el turístico, a buscar socios en China para lograr aterrizar capital del país asiático.
El año pasado, 649.000 turistas de China visitaron España, según los datos proporcionados por el ministerio español de Exteriores, Cooperación y Unión Europea.
Las inversiones chinas no solo han desembarcado en las industrias estructurales de España, sino que también están metidas en el alma del país.
En este sentido, el inversor chino Chen Yansheng compró en enero de 2016 el histórico RCD Espanyol, un centenario club de fútbol que lucha por convertirse en un grande de Europa gracias a fichajes estratégicos como el atacante chino Wu Lei.