Después del terremoto de magnitud 7,1, las tiendas de campaña se instalan en Ridgecrest, California, 4 de julio del 2019. [Foto: Xinhua]
“Dos incendios de edificios fueron rápidamente sofocados”, afirmó McLaughlin, y fueron cerradas las líneas de gas natural donde se reportaron fugas.
En Trona, una ciudad de unas 2.000 personas considerada la puerta de entrada al Valle de la Muerte, los oficiales de bomberos calcularon que hasta 50 estructuras habían sido dañadas.
El supervisor del condado de San Bernardino, Robert Lovingood, indicó que FEMA entregó un tractor-remolque lleno de agua embotellada para consumo de los damnificados. El gobernador del condado, Gavin Newsom, declaró el estado de emergencia.
Julia Doss, que mantiene la página Vigilancia Ciudadana en Trona, alojada en Facebook, precisó que la única tienda de alimentos de la ciudad fue cerrada este sábado.
"La única manera de conseguir comida es conducir hasta Ridgecrest, y con tan sólo tres gasolineras en la ciudad me preocupa que pronto nos quedaremos sin combustible", añadió Doss.