LA HABANA, 22 jul (Xinhua) -- El senador republicano por el estado de Florida y descendiente de inmigrantes cubanos, Marco Rubio, abrió recientemente una nueva cuenta en la red social Twitter, mediante la cual aspira "conectarse directamente" con el pueblo de Cuba.
A través de ese canal virtual de comunicación, tal y como habitualmente realiza en cada una de sus intervenciones públicas, el político estadounidense representante del movimiento ultraderechista Tea Party ha cuestionado al Gobierno de la isla.
Al mismo tiempo ha exigido "respuestas creativas" a interrogantes que de manera insidiosa lanza para criticar la realidad cubana y los cambios implementados como parte del proceso de actualización del modelo socialista, a los que califica de "cosméticos".
El pasado 19 de julio, el presidente Miguel Díaz-Canel respondió a Rubio en su cuenta oficial en Twitter: "Cuba no cede ante presiones ni amenazas. Eternamente defenderemos nuestra soberanía e independencia".
Con esas dos oraciones, el mandatario caribeño no solo condenó las acusaciones del senador sino reprochó el accionar de uno de los políticos más abiertamente opuestos al proceso de acercamiento iniciado durante el segundo mandato de Barack Obama entre Washington y La Habana.
Rubio arremete contra la isla sin vacilaciones, a pesar de los reiterados planteamientos que esgrime para ganar simpatizantes relacionados con sus orígenes y que lo llevaron incluso a falsear su biografía en los inicios de su campaña para convertirse en el hijo de "exiliados cubanos que habían huido de la dictadura de (Fidel) Castro".
Este hecho fue desmentido en 2011 por "The Washington Post", reconocido periódico norteamericano, el cual reveló que los padres del actual presidente del Subcomité para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Comité de Relaciones Exteriores del Senado llegaron a Estados Unidos en 1956 por razones económicas.
Al mismo tiempo, presume de ser uno de los principales asesores del presidente Donald Trump con respecto a las políticas adoptadas en los últimos años contra Cuba, Venezuela y América Latina.
Esta posición, de acuerdo con opiniones de la dirigencia política cubana, diplomáticos, expertos y analistas internacionales, está a tono con sus patrocinadores, en su mayoría miembros de los sectores más conservadores estadounidenses.
Según informaciones difundidas por el sitio web VoteSmart.com., Rubio suma más de 52 millones de dólares recibidos por concepto de contribuciones durante su carrera política.
Además tiene como base el "odio" hacia la isla y la "mentira", elementos que explota sin mesura para impulsar su ascenso, cuya meta es encabezar el despacho oval de la Casa Blanca, tras fracasar en su intento por la candidatura republicana en las elecciones presidenciales de 2016.
"Es un oportunista mentiroso, consciente de que la industria del odio a Cuba con la que ha hecho carrera política tiene el tiempo contado. Se aferra como todo desesperado, como las ratas en un naufragio", publicó esta semana Carlos Fernández de Cossío, director general para Estados Unidos de la Cancillería caribeña.
Uno de los más urgentes objetivos de Rubio para reclutar mayor apoyo político, con vistas a una futura candidatura presidencial, es dañar lo más posible el proceso de acercamiento entre Cuba y Estados Unidos.
El senador ha reconocido su rol en la actual política de Trump hacia Cuba, con medidas tales como el endurecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto unilateralmente por Estados Unidos a La Habana en los años 60 del pasado siglo y la reincorporación de esta nación caribeña en la peor de las categorías del informe del Departamento de Estado sobre la trata de personas.
También la plena activación del Título III de la Ley Helms-Burton, legislación congelada en los últimos 23 años, que permite a ciudadanos norteamericanos demandar a empresas locales y extranjeras que operan en Cuba en propiedades nacionalizadas o expropiadas después de 1959.
Se suman además los paquetes de medidas "coercitivas" ejecutadas por Washington para "asfixiar" la economía cubana, como la reciente suspensión del arribo de cruceros estadounidenses a la isla y de los viajes grupales de nacionales de ese país para el intercambio "pueblo a pueblo" con fines educativos y culturales.
En entrevista concedida recientemente a Xinhua, Miguel Ángel Morales, propietario del restaurante "La Moneda Cubana", ubicado en el casco histórico de la capital, comentó los daños económicos que perciben a diario los trabajadores privados del país y especialmente los residentes en esta ciudad.
"El turismo de cruceros en La Habana Vieja constituía el 90 por ciento de los ingresos de los cuentapropistas y nos estamos viendo muy afectados con estas medidas, ya sea la venta de artesanías, restaurantes y pequeños negocios como cafeterías y vendedores ambulantes", afirmó.
Estas vivencias refutan los supuestos argumentos de Rubio al asegurar que el establecimiento de las regulaciones tiene como objetivo perjudicar al Estado caribeño y potenciar al emergente sector privado en la isla.
Las disposiciones a su vez inciden negativamente en el empresariado estadounidense, confirmaron declaraciones públicas de directivos de las compañías de crucero Carnival, Royal Caribbean y Norwegian.
Fruto de las medidas impulsadas por Rubio, las mismas debieron cancelar las reservaciones de más de 800.000 pasajeros, razón por la cual este año registrarán pérdidas de un 10 por ciento en sus ingresos.
Desde Estados Unidos se suman otras voces para denunciar a Rubio, como es el caso de Isabel Alfonso, cofundadora de Cuban Americans For Engagement (CAFE), una organización que jugó un papel importante en el restablecimiento de las relaciones entre Washington y La Habana.
En reacción a comentarios del senador republicano en Twitter, la profesora de la universidad St. Joseph's College de Nueva York, lo acusó de ser uno de los responsables de que los cubanos deban viajar a terceros países para obtener visas y poder visitar a sus familiares en Estados Unidos.
Además de la indolencia ante las penurias que pasan los inmigrantes de la isla detenidos en centros de reclusión del estado Texas, donde son sometidos a vejaciones debido a las políticas de Trump.
"¿Dónde estaba el senador @MarcoRubioCuba (...) cuando familiares y amigas de sus constituyentes eran exhortadas a tomar agua de inodoro y con la política de que se bañen una vez cada quince días?", fustigó Alfonso.