Los residentes entregan una tarjeta de felicitación a un policía de la estación Kwun Tong, Hong Kong, 10 de agosto del 2019. [Foto: Xinhua]
La policía reiteró que cualquier persona que participe en una protesta no autorizada estará cometiendo un delito.
La seguridad en la comisaría de policía de Sham Shui Po se había fortalecido debido a que los manifestantes este domingo realizaron una marcha vespertina no autorizada. Ellos ocuparon la avenida Cheung Sha Wan y establecieron barreras a lo largo de la arteria principal. Otros rodearon la comisaría e, ignorando la advertencia policial que les pedía dispersarse, atacaron a los oficiales con punteros láser.
Casi al unísono, al otro lado del centro financiero, los manifestantes vestidos en su mayoría de negro se reunieron en el Parque Victoria. Algunos ondearon banderas estadounidenses.
Después de una breve manifestación pacífica, salieron del Parque Victoria para tomar el control de la calle Hennessy, una de las principales vías del distrito comercial de la Bahía Causeway. Allí bloquearon el tráfico y molestaron a los turistas. Siguiendo sus tácticas de atropello, también fueron a Wan Chai y verificaron un similar comportamiento.
Al desviarse del recorrido declarado, los manifestantes se enfrentan al riesgo de ser detenidos.
De acuerdo a la Ordenanza del Orden Público de Hong Kong, la participación en una manifestación ilegal se castiga con cinco años de prisión. Los disturbios conllevan una pena máxima de 10 años.
También este domingo, y por tercer día, los manifestantes continuaron ocupando la sala de llegadas del Aeropuerto Internacional de Hong Kong.