El tifón Lekima pone a prueba la capacidad de científicos y residentes urbanos (2)

Pueblo en Línea  2019:08:13.14:38

Residentes avanzan a través de las calles inundadas, contiguas a la muralla de la ciudad de Linhai. [Foto: Xinhua]

Este jueves por la noche, cuando Lekima se acercaba a Zhejiang, un equipo de científicos entró en acción.

Utilizando una gama de dispositivos de observación instalados en un camión especial, doce científicos del Instituto de Investigación de Tifones, con sede en Shanghai, llegaron a la isla Zhujiajian, en el archipiélago Zhoushan.

El equipo lanzó aerostatos que transportaban aparatos de precisión para recopilar datos sobre la actividad del tifón como su temperatura, humedad, presión y velocidad del viento.

De jueves a domingo, más de 10 aerostatos trabajaron y 4 sensores que detectan ozono.

Esta es la primera vez que los científicos chinos utilizan aerostatos durante un tifón para estudiar cómo se mueve el ozono cuando se ve afectado por fuertes corrientes de convección.

Tang Jie, subdirector del Instituto de Investigación de Tifones, indicó en una entrevista con el canal Beijing News que este abordaje ayudará a evaluar el impacto ambiental del tifón en términos de contaminación por ozono, ya que tiene una influencia negativa en la salud y las actividad humanas.

Desde el 2007, el equipo de Tang observa tifones desde la zona donde se desarrollan. Cada año llevan a cabo de cuatro a cinco misiones de este tipo.

“El radar y los satélites también se pueden utilizar para la observación a través de la teledetección, pero los datos recopilados por el aerostato son más precisos. Esto ayudará a que los científicos sean más precisos en sus pronósticos”, explicó Tang.

Cuando este viernes por la noche Lekima se acercó a Shanghai, un enorme amortiguador instalado dentro de la Torre de Shanghai -el edificio más alto del país- comenzó a moverse para reducir la vibración causada por los fuertes vientos.

La Torre de Shanghai es el primer rascacielos del mundo en utilizar el sistema de amortiguación de corriente parásita, diseñado y fabricado por una empresa china.

Montado en el piso 125 del edificio de 632 metros de altura, el dispositivo de 1.000 toneladas métricas está suspendido por 12 cables de acero y funciona como un péndulo de reloj automático, con un rango de balanceo de 2 metros en todas las direcciones.

Su trabajo ayuda a aumentar la estabilidad estructural, mientras que la curva espiral exterior del edificio también puede reducir la carga de viento en un 24 por ciento.