[CAI MENG/CHINA DAILY] |
Tokio,19/08/2019 (El Pueblo en Línea) - Donald Trump, presidente de Estados Unidos, pidió recientemente al primer ministro japonés Shinzo Abe que aprobara una compra de productos agrícolas estadounidenses por valor de 700 millones de dólares, informó la agencia de noticias Kyodo, citando fuentes anónimas del gobierno japonés y del propio gobierno estadounidense.
Trump le ha pedido a Japón que compre soja y trigo, aunque la solicitud no se vincula a las actuales conversaciones comerciales entre Washington y Tokío. El gobierno japonés está considerando su respuesta . Una de las propuestas posibles sería comprar los productos agrícolas como apoyo alimentario para los países africanos, indicaron algunos medios de comunicación.
Es comprensible la ira del pueblo japonés por el “forzado” acuerdo. Es por todos conocido que Estados Unidos busca compensar la pérdida de los agricultores estadounidenses causadas por las fricciones comerciales que ellos mismos han instigado.
Aunque el envío de los productos agrícolas como apoyo alimentario a África no es una mala idea debido a sus implicaciones humanitarias, el gobierno japonés tendrá que desembolar mucho dinero por hacer una “obligada” caridad.
Este asimétrico “acuerdo” demuestra lo injusta que son las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Japón, y la necesidad que tiene la administración estadounidense de que sus agricultores encuentren nuevos clientes después que China re-direccionó los productos agrícolas estadounidenses como una contramedida a los agresivos aranceles del país norteño.
En el primer semestre de este año, China gastó 71.84 mil millones de dólares adquiriendo productos agrícolas en el extranjero. La cifra representa un 3,5 por ciento superior interanual, mientras que las exportaciones agrícolas estadounidenses han caído un 20 por ciento y no muestran signos de recuperación.
Brasil ha sustituido a los Estados Unidos como la mayor fuente de soja y algodón para el mercado chino. Y muy pronto también será sustituido por otros países como el principal proveedor de pollo y trigo de China. La lista puede seguir ampliándose.
Japón mantiene acuerdos de libre comercio con la Unión Europea y algunos países transpacíficos como Australia y Canadá. Eso significa que Estados Unidos ha perdido su ventaja comercial con Japón, y no solamente en soja y trigo. El año pasado, las exportaciones estadounidenses hacia Japón de carne de cerdo disminuyeron un 35 por ciento.
Coaccionar a Japón para que compre productos agrícolas estadounidenses no será una solución sostenible. Es obvio que a la administración estadounidense le queda un largo camino por recorrer para aliviar la necesidad y el desasosiego de sus agricultores.