Leandro Erlich desdibuja el umbral conceptual en Beijing (4)

Pueblo en Línea  2019:08:27.17:12

Por Yasef Ananda

Beijing, 27/08/2019 (El Pueblo en Línea) - Este viernes en el Museo de la Academia Central de Bellas Artes de China, Beijing, se clausuró la popular exposición “Los confines del gran vacío”, del artista argentino Leandro Erlich.

“Para los argentinos ha sido un gran honor tener la posibilidad de disfrutar de una exposición personal de Leandro Erlich, y sobre todo en este gran museo. A día de hoy, es probablemente la exposición más importante de un artista argentino en Beijing”, destacó el embajador argentino Diego Guelar durante su intervención en idioma inglés.

Gracias al azar concurrente, tal vez como presunta continuidad con “Los confines del gran vacío”, ese mismo día se inauguró la exposición “Liminal” en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba).

“Nos separan once horas de Buenos Aires. Y es algo muy curioso lo que está ocurriendo. Dentro de más o menos tres horas, muchos entusiastas de la obra de Leandro también se darán cita en el Museo Malba para, al igual que nosotros, disfrutar de su nueva exposición personal. Esa es también una extraordinaria pieza de arte: la sincronía entre China y Argentina para acercarse a la misma experiencia artística, al mismo tiempo”, destacó Guelar.

Esta es la primera vez que una exposición de un artista contemporáneo latinoamericano ocupa la totalidad del espacio del Museo de la Academia Central de Bellas Artes de China.

“Leandro ha creado con éxito muchos paisajes culturales que impugnan nuestra percepción de inercia perceptiva. Entre los proverbios chinos hay uno que afirma "para ver hay que creer", sin embargo ante las obras de Leandro sentimos que podemos "ver sin tener que creer”. Los genes culturales del realismo mágico de América del Sur le han influido profundamente. Sus obras hoy nos ofrecen la posibilidad de sentir como visto lo que no es real”, destacó Zhang Zikang, director del Museo de la Academia Central de Bellas Artes de China.

Como artista conceptual, su sintonía perceptiva genera realidades últimas que juegan a ser primeras, primarias e incluso hasta imanentes. Por aproximación al asombro lúdico exaltante, sus “espejismos” y “simulaciones” seducen, profanan y liberan. Revelación de multiplicidades que hacia el envés atomizan la anunciada fábula.

“Los confines del gran vacío” de Erlich establece un diálogo prematuro e interactivo de lozano tamiz donde aroma lo mejor del Borges poeta, las adivinanzas de Sidarta, el barajar del tarot y la armonía de Phil Glass, entre otras evanescencias superiores que irradian desde sus instalaciones que, por cierto, también logran -en masiva convocatoria- reunir al infante y al milenial como si de un parque temático se tratara.

“Hablando en general, mi trabajo funciona como una experiencia narrativa desplegada en la arena pública. Construyo historias visuales de la vida cotidiana que evocan un conjunto ordinario de circunstancias, tanto arraigadas en la realidad como en la experiencia compartida, pero que no funcionan como se esperaba. Me gusta desarrollar proyectos que desdibujen el umbral conceptual de los espectadores, y disfruto trabajando con una variedad de medios y modos de expresión”, afirma Erlich en su texto concebido para presentar “Los confines del gran vacío”.

“Yo creo estructuras que activan imágenes e ideas que, a su vez, apuntan hacia nuevas realidades. Me gusta considerar estas piezas como dispositivos relacionales que inspiran la interacción y el juego entre los espectadores. Entiendo el arte como un medio para cultivar nuevos enfoques para entender el mundo físico, mental, político, simbólico”, añade.

Leandro Erlich nació en Argentina en 1973. Vive y trabaja en Buenos Aires y Montevideo. Durante las últimas dos décadas, su trabajo ha sido presentado internacionalmente en las colecciones permanentes de los principales museos. En el 2013, Erlich integró una delegación de más de 40 artistas argentinos que participaron en el XV edición del Festival de las Artes de Shanghai. Su obra es muy apreciada en Asia. Las exposiciones más recientes en el Museo de Arte MORI (Tokio, 2017) y el Museo de Arte HOW (Shanghai, 2018) han atraído a cientos de miles de visitantes.

La exposición “Los confines del gran vacío” se inauguró el pasado 11 de julio, verificando más de doscientos mil visitantes en 45 días.