CARACAS, 27 ago (Xinhua) -- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, informó este martes que la llamada "Misión Milagro", ha realizado cirugías oftalmológicas gratuitas a más de seis millones de pacientes de América Latina y el Caribe.
El programa social llamado Misión Milagro fue una iniciativa cubano-venezolana, ideada por los fallecidos presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro, pensada para subsidiar cirugías a los sectores más desfavorecidos de distintos países de la región.
El mandatario afirmó que, antes de la implementación de los programas sociales, los pueblos de la región "nunca jamás" tuvieron derecho a la salud pública, gratuita y de calidad.
"La Misión Milagro demuestra una voluntad absoluta de invertir y llevar la más alta tecnología a los humildes", aseveró Maduro, exaltando los logros del programa de atención social que opera desde el año 2004.
El presidente además expresó su compromiso con un eventual relanzamiento de la Misión Milagro junto a los países integrantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Dijo además que el relanzamiento del programa social estaría enfocado en la formación de nuevos profesionales de la salud como especialistas en las áreas de oftalmología, con el objeto de "llevar la más alta tecnología de la oftalmología a los pobres".
Además el jefe de Estado, a modo de balance, dijo a través de la televisora del Estado que más de la mitad de los beneficiarios de la Misión Milagro son venezolanos, 691.000 personas son originarias de Bolivia, 171.000 nicaragüenses fueron operados y 153.000 pacientes ecuatorianos fueron intervenidos por la Misión.
Además Maduro dio cuenta de cirugías realizadas a 136.000 personas de Guatemala y 61.000 brasileños. La Misión Milagro operó también a miles de colombianos, uruguayos, panameños, paraguayos, hondureños, guyaneses, entre otros, según información del presidente venezolano.
Por último, Maduro contrastó las políticas que pretende expandir la Casa Blanca por el continente americano considerándolas "supremacistas y excluyentes", frente a las políticas de cooperación entre los países, a lo que consideró un modelo de relacionamiento solidario.