Por Zhong Sheng
Beijing, 03/09/2019 (El Pueblo en Línea) - Cada vez que Washington toma medidas para aumentar las fricciones comerciales con China, no es difícil encontrar dentro de la sociedad estadounidense voces que disienten.
El 28 de agosto, el gobierno de Estados Unidos anunció que desde el primero de septiembre hasta el 15 de diciembre impondría aranceles adicionales a los productos chinos. Al instante, una asociación estadounidense de libre comercio compuesta por más de 160 organizaciones empresariales envió una carta conjunta a Washington, exigiendo que todos los aranceles sobre los productos chinos se pospusieran de inmediato.
El pulso entre racionalidad e irracionalidad se ha convertido en una característica distintiva de las fricciones comerciales entre China y Estados Unidos. Después de meses de crecientes fricciones comerciales con China, ¿qué problemas quiere resolver Washington? ¿Cómo piensa resolverlos? ¿Por qué se niega a regresar al camino correcto? Los movimientos de Estados Unidos mantienen confundido al mundo entero.
Es de perogrullo que amenazar a otros países con aranceles y aumentar las fricciones comerciales no propician soluciones a las cuestiones comerciales y económicas, sino que enreda el camino hacia un acuerdo más demorado.
Washington comenzó la guerra comercial con China amparado en el criterio de algunos que consideran los déficits comerciales de Estados Unidos con China como una amenaza absoluta, y piensan que habrá un comercio justo solamente cuando los dólares estadounidenses fluyan desde China.
¿Qué pasó con Estados Unidos después de que intensificara las fricciones comerciales con China? El costo de los aumentos arancelarios ha repercutido en los consumidores estadounidenses. Están perdiendo solvencia. Ahora tienen que pagar un precio más alto por los mismos bienes.
La escalada de la guerra arancelaria -el hecho que recibe una mayor atención- no ha enmascarado la fuerte disminución del comercio entre China y Estados Unidos, sino la fuerte disminución de las inversiones chinas en Estados Unidos, indica un artículo publicado en el portal digital de la revista Foreign Policy.
La Agencia France-Press señaló que la imposición de aranceles a los productos chinos no ayudará a Estados Unidos a resolver el déficit comercial.
En una guerra comercial no hay ganador y las fricciones comerciales en aumento no pueden resolver los problemas económicos. El plan de algunos en Estados Unidos de forzar a China a realizar concesiones bajo amenaza de aumentar la lidia comercial está condenado al fracaso.
China no hará concesiones ante ninguna presión extrema. Es una elección inevitable, gústele o no le guste a Estados Unidos.
Los beneficios mutuos y los resultados ganar-ganar son el actual sendero correcto. Para hacer frente a las cuestiones económicas y comerciales, China y Estados Unidos deben enfocarse en sus intereses comunes y tomar medidas honestas para resolver sus diferencias.
En lugar de seguir trillando el camino equivocado, ambos países deben dedicarse a crear condiciones para celebrar consultas sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo.
China siempre considera que negociar y cooperar, desde una actitud tranquila, es la actitud apropiada para resolver los problemas. Su racional manera de proceder le ganado el favor de su pueblo, del pueblo de Estados Unidos e incluso del orbe.
Zhong Sheng es un seudónimo utilizado por El Diario del Pueblo para expresar sus puntos de vista sobre política exterior.
(Web editor: 王伟洋, 赵健)