El sistema fundamental del socialismo fue establecido en la tierra de china, que contaba con una población de más de 600 millones de personas. Este ha sido un acontecimiento que marcó una época y que ha inspirado una pasión y un entusiasmo sin precedentes de la gente por la construcción integral del socialismo con una voluntad única en todos los aspectos.
El petróleo es la sangre de la industria. Las fuerzas occidentales que continuaban imponiendo bloqueos económicos a China, afirmaron que China era un país donde escaseaba el petróleo, por lo que el desarrollo de la industria seguramente quedaría estrangulado por esta energía.
Sin embargo, los chinos no creían en esa mentira.
Debido a la alta presión de la capa terrestre, se produjo un reventón.
En ese momento determinante, Wang Jinxi tomó la iniciativa y saltó al estanque de cemento extremadamente alcalino, revolviendo la pasta de cemento con su propio cuerpo, y finalmente logró detener el reventón.
En 1963, el campo petrolero de Daqing produjo 4.393 millones de toneladas de petróleo crudo, lo que representó el 67,3% del volumen de producción total de petróleo crudo del país.
En esos años en que ardía la pasión, en el vasto campo de la Nueva China, se produjeron al mismo tiempo grandes e increíbles milagros.
Con una cuerda atada a la cintura, volaban entre los acantilados y saltaban los ríos. Apoyándose en los acantilados como lagartijas, insertaban varillas de acero y hacían agujeros para explosiones. Detrás de estos movimientos aparentemente ligeros y fáciles, siempre se enfrentaban a pruebas de vida o muerte.
Abrieron la montaña Taihang y atrajeron las aguas del río Zhang. La gente del distrito de Lin logró excavar un “río celestial artificial” en la grandiosa montaña Taihang a lo largo de un total de 1.500 kilómetros: el Canal de “la Bandera Roja”.
Durante miles de años, el sueño ansioso por el agua de la gente del distrito de Lin, se había hecho realidad finalmente.
Fundamentada en la agricultura y liderada por la industria, a la Nueva China le tomó 20 años el establecimiento básico de un sistema industrial y un sistema económico nacional independientes y completos.
Sin embargo, los países occidentales tardaron 200 años en lograrlo.
El 21 de febrero de 1972, Mao Zedong se reunió con Richard Nixon.
Ese hombre que tomó la decisión estratégica de dirigir ese gran acontecimiento que cambiaría la estructura mundial, le expresó a Nixon, sonriendo: "Conversemos principalmente sobre las cuestiones filosóficas, y los problemas específicos, dejemos que los resuelvan los otros".
Seis días después, China y Estados Unidos firmaron el "Comunicado Conjunto". La normalización de las relaciones entre los dos países comenzó a dar sus primeros pasos.
De esta manera, se rompió el bloqueo de más de 20 años hacia China desde el mundo occidental. China se convirtió en una fuerza poderosa que no podía ser ignorada para la defensa de la justicia y la salvaguardia de la paz mundial en el ámbito internacional.
En los grandiosos años de pasión ardiente, 10.000 años eran demasiado largos, y la Nueva China debía esforzarse mucho y luchar a cada minuto.
(Web editor: 吴思萱, Rosa Liu)