NACIONES UNIDAS, 8 nov (Xinhua) -- La violencia casi cotidiana contra zonas urbanizadas e instalaciones de salud en Siria siguen amenazando la vida de los civiles en el lugar, dijo hoy la ONU.
Al menos 92 personas han muerto en el noreste y el noroeste de Siria después del 9 de octubre cuando las fuerzas turcas invadieron áreas fronterizas controladas por kurdos en el noreste, dijo la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OHCHR).
"Los civiles siguen pagando un muy elevado precio en las actuales hostilidades en Siria", dijo el vocero de OHCHR, Rupert Colville.
Tras señalar que las víctimas han sido atacadas desde el aire y desde tierra, Colville agregó que las personas están siendo cada vez más atacadas con "el uso indiscriminado de dispositivos explosivos improvisados (DEI) en áreas pobladas, incluyendo mercados locales".
Las declaraciones se producen después de que el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, anunció que los copresidentes de las conversaciones sirias para tomar decisiones sobre un texto fundacional para el pueblo sirio acordaron reanudar sus discusiones el 25 de noviembre en Ginebra.
Najat Rochdi, importante asesora humanitaria de Pedersen, advirtió el jueves que cientos de miles de personas en el noreste de Siria se encuentran en situación de vulnerabilidad tras la incursión militar turca.
"De los más de 200.000 que huyeron de los combates en las últimas semanas, cerca de 100.000 no han podido regresar todavía a sus casas y están dispersos en campamentos improvisados y albergues colectivos", dijo en una declaración.
Por otra parte, en el noroeste de Siria, profesionales médicos siguen corriendo gran peligro.
Las instalaciones de salud "siguen siendo atacadas directamente o dañadas de manera significativa cada vez que se registra una escalada militar en Idlib", dijo Colville.