SANTIAGO, 11 nov (Xinhua) -- La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) revisó hoy lunes a la baja las proyecciones de crecimiento de la actividad económica de la región para 2019, cuando se espera una expansión promedio de 0,1 por ciento.
La CEPAL proyectó que la región continuará en una senda de bajo crecimiento durante 2020, con una expansión estimada del Producto Interno Bruto (PIB) de 1,4 por ciento para ese periodo.
Con estos resultados, la región cumple siete años de bajo crecimiento, lo cual se ha traducido en un deterioro de los niveles de ingreso per cápita promedio, indicó el organismo.
El PIB per cápita de América Latina y el Caribe se vería reducido en un 4 por ciento de 2014 a 2019, lo cual implica una caída promedio anual de 0,8 por ciento.
La desaceleración del ritmo de crecimiento se extiende para la mayoría de las economías de América Latina (17 de 20 países) en 2019.
Este año las economías sudamericanas, especializadas en la producción de bienes primarios, en especial petróleo, minerales y alimentos, pueden disminuir un 0,2 por ciento, la primera caída desde 2016.
En 2020 se espera que el crecimiento en Sudamérica sea de 1,3 por ciento en promedio.
Para las economías de Centroamérica y México se prevé una tasa de expansión de 0,7 por ciento para 2019 y de 1,6 por ciento para 2020, valores que implican una reducción respecto de la tasa promedio de crecimiento observada desde 2014.
Para el Caribe de habla inglesa u holandesa se estima un crecimiento promedio de 1,5 por ciento para 2019, y la tasa esperada para 2020 es de 5,7 por ciento.
El último dato está influenciado por el alto crecimiento que se espera para Guyana, vinculado al comienzo de la producción de petróleo el próximo año, según la CEPAL.
De acuerdo con la entidad de las Naciones Unidas, la dinámica de la actividad económica en América Latina y el Caribe se da en un contexto en que el volumen de comercio y la actividad global se ha desacelerado de forma pronunciada.
Esto ha afectado la demanda por exportaciones que enfrenta América Latina y el Caribe, así como la disminución de los precios de las materias primas que exportan muchos de los países de la región.
El aumento de la volatilidad financiera influyó además por momentos negativamente en las condiciones financieras y los flujos de financiamiento disponibles para los países, agregó el organismo.
Ante este contexto externo caracterizado por tensiones comerciales y alta incertidumbre, se agravan las dificultades que en materia de inserción al comercio y producción internacional suelen exhibir las economías de la región, alertó la CEPAL.
Las debilidades de la economía global llevan a que los componentes de la demanda interna tengan un mayor peso en la dinámica de crecimiento a futuro.
A las dificultades que enfrentan las economías de la región para expandir el espacio de políticas económicas, se suman las crecientes demandas por cambios estructurales para enfrentar las profundas desigualdades que subsisten en la región, agregó.