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China se eleva con sus misiones espaciales

Pueblo en Línea  2020:01:13.14:24

Un cohete Larga Marcha 5 despega el 27 de diciembre desde el Centro de Lanzamiento Espacial Wenchang, provincia de Hainan, para poner en órbita el Shijian 20, el satélite chino más grande, pesado y avanzado. [Foto: Xu Jingxing/China Daily]

Por Zhao Lei

Beijing, 13/01/2020 (El Pueblo en Línea) - El año pasado, se escribió un magnífico capítulo en la historia de la industria espacial china, gracias a una serie de eventos memorables realizados con éxito.

El gigante asiático llevó a cabo más misiones espaciales que cualquier otro país, con 32 lanzamientos orbitales logrados.

A principios del año pasado, el país logró concretar la primera expedición del mundo en el lado oscuro de la Luna, zona que nunca antes había sido observada de cerca por una nave espacial. A principios de enero del año pasado, la sonda robótica Chang'e 4 aterrizó en el otro lado de la Luna después de un viaje de 26 días que comenzó en el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, provincia de Sichuan. Fue la cuarta misión del país en exploración lunar.

Yutu 2, el séptimo “explorador” lunar del mundo y el primero en llegar al otro lado del astro, salió de la nave espacial para inspeccionar el sitio de aterrizaje, cerca de la cuenca Aitken del polo sur, la más grande y profunda conocida en el sistema solar.

El robot Yutu 2 ha estado operando en la superficie lunar durante unos 370 días. La marca anterior fue establecida por el Lunokhod 1 de la Unión Soviética, que trabajó en la luna durante 321 días entre 1970 y 1971.

La Administración Espacial Nacional de China destacó que el Yutu 2 ha viajado casi 360 metros sobre la superficie lunar.

En junio, la Academia de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento de China, principal fabricante de cohetes para portaaviones, llevó a cabo en el Mar Amarillo el primer lanzamiento del país de una cohete de este tipo desde una plataforma marítima.

El 11 de marzo, un cohete de propulsión sólida fue disparado desde una plataforma de lanzamiento móvil en las aguas de la provincia de Shandong, enviando siete satélites a la órbita a una distancia aproximada de 600 kilómetros sobre la Tierra.

La misión, el primer lanzamiento espacial marítimo del mundo en cinco años, demuestra que China posee las tecnologías y capacidades necesarias para una operación de este tipo y también indica que el país ha encontrado una alternativa segura para alternar con sus centros terrestres de lanzamiento de cohetes.

Antes de esta misión marítima, se habían llevado a cabo más de 310 lanzamientos desde los cuatro centros en tierra del país.

Científicos observan el aterrizaje de la sonda robótica Chang'e 4 en el otro lado de la Luna después de un viaje de 26 días desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, provincia de Sichuan. [Foto: Xinhua]

En comparación con los lanzamientos convencionales en tierra, la plataforma en alta mar permite un menor riesgo para evitar áreas densamente pobladas a lo largo de la trayectoria del cohete. También permite realizar lanzamientos cerca del Ecuador, aumentando la capacidad de carga de un cohete, reduciendo los costos de lanzamiento y extendiendo la vida útil de algunos satélites.

A finales del año pasado, la tercera misión de lanzamiento del cohete portador más grande y poderoso del país, el Larga Marcha 5, se llevó a cabo en la provincia de Hainan. En esta oportunidad se envió al espacio el satélite más grande jamás construido por China.

Presenciado por decenas de miles de espectadores congregados en el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang, el cohete de 57 metros de altura se internó en el cielo nocturno, portando más de 1.000 toneladas métricas.

Unos 37 minutos más tarde, colocó el satélite experimental Shijian 20 en su correcta posición espacial.

Este lanzamiento fue seguido de cerca por la industria espacial. Se perfeccionó no sólo el transbordador del satélite, sino también la verificación de las medidas de los investigadores e ingenieros para detectar defectos estructurales y peligros técnicos que posiblemente condicionaron el fracaso del segundo vuelo del gigantesco cohete.

El resultado determinará si China puede cumplir, según lo programado, su primera misión en Marte, así como la expedición lunar Chang'e 5.

El gran cohete transportó al satélite Shijian 20, de 8 toneladas de peso y definido como el más grande y pesado del país. Éste es el segundo satélite de demostración de tecnología basado en la plataforma china de nueva generación DFH 5, después de que el satélite Shijian 18 se perdiera durante el segundo vuelo del cohete Larga Marcha 5.

Un cohete portador de combustible sólido SQX 1, desarrollado por i-Space, se lanza desde Jiuquan en la primera misión orbital de la industria espacial privada de China. [Foto: proporcionada a China Daily]

Iniciativas privadas

Este año se celebra el 50 aniversario de la primera misión espacial de China, que puso su primer satélite en órbita en abril de 1970.

Durante la mayor parte de los últimos 50 años, organizaciones gubernamentales e importantes contratistas estatales han controlado todos los programas espaciales del país, desde las redes de navegación hasta los viajes tripulados y las expediciones lunares. Los principales protagonistas de la epopeya han sido la Academia de Ciencias de China, La Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial y la Corporación de Ciencia e Industria Aeroespacial.

Sin embargo, gracias al estímulo y apoyo del gobierno, actualmente las empresas privadas se han integrado a esta industria para constituir una nueva fuerza.

En julio, i-Space, una empresa emergente fundada por un grupo de investigadores de cohetes, utilizó su propio cohete portador, el SQX 1 Y1, para enviar dos satélites y varias cargas útiles experimentales al espacio, marcando la primera misión orbital de la industria espacial privada china. Los investigadores habían trabajado anteriormente para empresas de propiedad estatal.

El cohete portador de propulsión sólida, el primero de la serie SQX 1, se elevó desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, situado en el desierto de Gobi.

Casi 15 minutos después de la ignición, el cohete de 25 metros de altura ubicó a los dos satélites de organizaciones estatales en una órbita de 300 kilómetros por encima de la Tierra.

El éxito de esta misión es considerado por los especialistas como un nuevo hito en la industria espacial china.

Y demostró que después de varios intentos fallidos, una empresa privada nacional puede superar los obstáculos y lograr un lanzamiento orbital exitoso, un umbral que solamente había cruzado la empresa estadounidense SpaceX.

Los principales fabricantes privados de China, incluidos i-Space, Land-Space y OneSpace, todos con sede en Beijing, desarrollan sus propios cohetes portadores, que actualmente son construidos principalmente por contratistas estatales. Esos cohetes escasean debido a la creciente demanda de servicios de lanzamiento de la industria nacional de satélites.

Científicos observan el aterrizaje de la sonda robótica Chang'e 4 en el otro lado de la Luna después de un viaje de 26 días desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, provincia de Sichuan. [Foto: Xinhua]

Los ejecutivos de estas empresas son conscientes de que convertirse en China en la primera empresa privada en lanzar un cohete portador en órbita no es sólo un logro técnico, sino que también significa un filón de buenos contratos comerciales.

Los dos intentos anteriores de lanzamiento orbital impulsados por LandSpace y One-Space respectivamente, fallaron la diana.

El observador de la industria Xing Qiang, fundador de Micro-Rocket Union, una organización de investigación espacial sin fines de lucro con sede en Beijing, precisó que la misión SQX 1 se convertirá en un símbolo de la capacidad tecnológica y la determinación del sector espacial privado chino, y también impulsará la confianza de los inversores en el negocio.

"En un futuro próximo, los cohetes portadores de construcción privada pueden desempeñar un papel importante en la construcción de sistemas de satélite de órbita baja y redes de Internet de las cosas basadas en el espacio", subrayó. "Además, el rápido crecimiento del negocio de demostración de tecnología basada en el espacio necesitará un gran número de servicios de lanzamiento por parte de estos cohetes.

Lan Tianyi, analista del sector espacial, considera que este éxito ayudará a otros fabricantes privados de cohetes a aumentar su confianza y también centrará más la atención pública en la industria.

En la investigación y el desarrollo del motor, que es la parte más importante de un cohete, i-Space y LandSpace lograron avanzar. Ellos diseñaron, fabricaron y probaron su propio motor de metano, una tecnología de vanguardia anteriormente dominada por las estadounidenses SpaceX y Blue Origin.

Estos motores utilizan metano líquido como combustible y oxígeno líquido como oxidante. Son reutilizables, no son tóxicos, muy potentes y básicos para los cohetes reciclables.

Zhang Changwu, fundador y director general de LandSpace, indicó que el primero de los cohetes de combustible líquido ZQ 2 que asumió su compañía será propulsado por motores de metano. El proceso de construcción ya ha comenzado y se espera que esté listo a finales de este año. Es muy probable que se mande al espacio en el 2021.

Científicos observan el aterrizaje de la sonda robótica Chang'e 4 en el otro lado de la Luna después de un viaje de 26 días desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, provincia de Sichuan. [Foto: Xinhua]

Oportunidades desde el 5G

A diferencia de los fabricantes de cohetes privados que lograron titulares el pasado año, los desarrolladores de satélites privados mantuvieron un perfil bajo. Ellos mantienen sus miras en el 5G, la innovadora tecnología inalámbrica de quinta generación para redes digitales.

Xie Tao, director general de Commsat, afirmó que está buscando una combinación de tecnología 5G y satélites de órbita baja para estímular el crecimiento de la industria nacional de satélites.

Commsat, con sede en Beijing, es un líder en el sector privado de fabricación de satélites. La compañía ya ha puesto en órbita ocho pequeños satélites que diseñó y construyó.

"Si ponemos la tecnología 5G y una red de satélites de órbita baja, podremos hacer muchas cosas, como el monitoreo regular de animales salvajes y el seguimiento en tiempo real del transporte de mercancías peligrosas", añadió.

Commsat desarrollará y construirá este año cuatro o cinco satélites pequeños, mientras se prepara para establecer una fábrica de producción masiva.

Xie recalcó que cuando se promulge la Ley Espacial, se espera que una proporción específica de los programas espaciales financiados por el gobierno puedan ser acometidos por empresas privadas.

Y agregó que esto fomentará significativamente la fuerza de la industria espacial privada y, en consecuencia, fortalecerá la competitividad general de China.

Un cohete portador Larga Marcha 3B porta un satélite de comunicación experimental, lanzado desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, provincia de Sichuan. [Foto: Guo Wenbin/ China Daily]

Negocios de datos

Además de cohetes y satélites, las empresas privadas chinas también están muy activas en el negocio de datos acopiados por vía satelital para desarrollar productos de información.

Wang Chi, cofundador y director general de TerraQuanta, proveedor de soluciones de datos satelitales, enfatizó que estos productos hechos a partir de macrodatos e imágenes generadas vía satélite se vuelven cada vez más populares entre una amplia gama de empresas que requieren datos sensibles en tiempo real.

“Son muy útiles en sectores como las finanzas, los seguros, los futuros, la agricultura, la protección del medio ambiente y muchos otros”, enumeró Wang. “Por ejemplo, las imágenes satelitales ayudan a las aseguradoras a determinar mejor el nivel de daño de las tierras de cultivo, fábricas u otros locales de los clientes. Del mismo modo, les permite a los corredores de futuros evaluar mejor las tendencias de las materias primas a granel”.

Y agregó que su compañía obtiene datos satelitales sin procesar e imágenes desde operadores de satélites. Con los datos en la mano, aplica algoritmos y tecnologías de inteligencia artificial para evaluar la información utilizable y preparar el análisis temático solicitado por cada cliente.

En 2018, TerraQuanta dispuso de datos satelitales para producir un informe sobre el área combinada de granjas de soja de Estados Unidos, entregándolo en China a fondos de capital privado.

"Nuestro informe fue incluso un día antes del publicado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, y resultó ser muy valioso para nuestros clientes", destacó Wang.

Los satélites nacionales, como los de la serie Gaofen, han ampliado sustancialmente las fuentes de datos e imágenes que brindan a TerraQuanta, ayudando a diversificar su cartera de productos y añadiendo más valor a la oferta.

"Los satélites de alta resolución Gaofen para observación de la Tierra nos ofrecen opciones adicionales cuando elegimos materiales generados por satélite", explicó Wang. "Su despliegue también nos ayuda mucho cuando negociamos presupuestos más bajos con nuestros proveedores extranjeros."

“Sin embargo, en comparación con el material de empresas extranjeras de satélites, el desempeño de los operadores nacionales suele ser de menor calidad”, observó Wang, y añadió que esto es comprensible debido a que la industria nacional de datos por satélite sigue siendo relativamente nueva y no está tan desarrollada como en Estados Unidos y algunos países de Europa.

Asimismo, Wang sugirió que se mejore en los satélites Gaofen la búsqueda, descarga y transmisión de datos e imágenes que generan.

Cronología

3 de enero del 2019: La sonda robótica Chang'e 4 aterriza en el otro lado de la luna después de un viaje de 26 días desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, provincia de Sichuan. La misión de referencia lleva a cabo trabajos de observación detallada.

10 de marzo del 2019: Un cohete portador Larga Marcha 3B despega del Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang y coloca en órbita geoestacionaria un satélite de comunicaciones, concretando el lanzamiento número 300 de la serie de cohetes chinos Larga Marcha.

17 de mayo del 2019: LandSpace, fabricante privado de cohetes con sede en Beijing, lleva a cabo la primera prueba de su motor de cohetes que usa metano TQ 12, en Huzhou, provincia de Zhejiang. El motor es el tercero de su tipo en el mundo, después de Raptor de SpaceX y BE-4 de Blue Origin.

5 de junio del 2019: Un cohete de propulsión sólida fue lanzando el 11 de marzo desde una plataforma móvil situada en el Mar Amarillo. La operación envió siete satélites a la órbita y realizó el primer lanzamiento espacial marítimo de China.

19 de julio del 2019: El laboratorio espacial Tiangong II, después de 1.036 días en el espacio, concreta un retorno controlado a la atmósfera de la Tierra. La mayor parte de la nave espacial se quemó durante el reingreso y una pequeña cantidad de escombros cayó en un área segura en el Océano Pacífico.

25 de julio del 2020: Un cohete portador de combustible sólido SQX 1, desarrollado por i-Space, una empresa emergente privada con sede en Beijing, fue impulsado desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan. El SQX 1 transportó dos satélites y varias cargas útiles experimentales. Fue la primera misión orbital de la industria espacial privada de China.

17 de agosto del 2019: El Dragón Inteligente 1, nuevo cohete portador chino, realiza su primer vuelo desde el Centro de Lanzamientos de Jiuquan, integrándose al parque de cohetes portadores chinos como el Larga Marcha, Kuaizhou y SQX.

14 de noviembre del 2019: En la provincia de Hebei se llevó a cabo un experimento clave para la próxima misión china a Marte. El hecho fue testimoniado por decenas de diplomáticos y periodistas extranjeros. Este experimento verificó el diseño y la capacidad del vehículo de aterrizaje de la sonda robótica en Marte.

16 de diciembre del 2019: Los lanzamientos de los satélites 56 y 57 completan la red espacial básica del Sistema Beidou de Navegación por Satélite.

27 de diciembre del 2019: Se produce el tercer lanzamiento del cohete más grande de China, el Larga Marcha 5, desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang, provincia de Hainan. En esa misión, el Larga Marcha 5 puso en órbita el satélite Shijian 20, considerado el más grande, pesado y avanzado de China. 

(Web editor: 吴思萱, Rosa Liu)

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