Por Curtis Stone, Pueblo en Línea
Beijing, 06/02/2020 (El Pueblo en Línea) - El pánico y la ansiedad son inevitables ante un importante desafío de salud global, pero reaccionar exageradamente y dejar que los miedos irracionales tomen el control no solo hará más daño que bien, sino que empeorará la epidemia y hará que sea más fácil perder la confianza.
En China, el Comité Central del Partido Comunista de China y el Gobierno Central han dirigido y movilizado recursos en la lucha contra el coronavirus. Los trabajadores comunitarios en ciudades y pueblos de todo el país y especialmente en Wuhan y sus alrededores están haciendo todo lo posible para proteger a millones de personas. El Ejército Popular de Liberación envió equipos de personal médico militar a Wuhan para ayudar a combatir el virus. Vemos la construcción de hospitales improvisados y la conversión de edificios en hospitales temporales. Las empresas han intensificado la producción de elementos esenciales como las mascarillas faciales. Personas de todos los niveles de la sociedad están echando una mano en este momento de necesidad. La fuerza del sistema de China se muestra a medida que la nación lucha contra este virus.
Si bien el coronavirus es una amenaza grave, existe otro tipo de "virus" dañino que se está propagando junto con el coronavirus. El racismo y la xenofobia están haciendo que las personas culpen a los chinos por este virus y que los chinos sientan que son el virus.
Han aparecido muchas noticias y comentarios preocupantes en los últimos días. Por ejemplo, el diario tailandés Khao Sod informó el lunes que el dueño de un restaurante en la provincia norteña de Chiang Mai puso un letrero que prohíbe a los clientes chinos comer en el restaurante. Luego, al día siguiente, el martes, el diario informó que una turista china y su hijo casi tuvieron que dormir en las calles de la ciudad turística de Hua Hin porque ningún hotel los acogería.
Los informes mencionados anteriormente son solo un par de ejemplos, pero el sentimiento racista dirigido a los asiáticos y especialmente a los chinos está apareciendo en lugares de todo el mundo.
En un momento de miedo e incertidumbre, es vital permanecer racional. Primero, los virus no respetan las fronteras. Aunque la ciudad china de Wuhan es el epicentro del brote, que según las últimas cifras oficiales ha infectado a más de 24.000 personas y ha matado a unas 500 personas, este virus no es un "virus chino". Se originó en China y se ha propagado rápidamente, pero esta es una lucha global.
En segundo lugar, es incorrecto y peligroso asociar ciertas poblaciones con algo como el coronavirus. El coronavirus es peligroso, pero el temor que está alimentando este racismo contra China puede tener consecuencias peligrosas para todo el mundo. Debemos hacer más para lidiar con el estallido del sentimiento anti-China durante esta crisis.
Afortunadamente, las personas están tratando de llamar la atención sobre este problema. Por ejemplo, un video en las redes sociales que se ha vuelto viral muestra a un joven chino en Italia parado en áreas abarrotadas con una venda en los ojos y una mascarilla facial junto a un letrero que dice: "No soy un virus, soy un humano. Erradica el prejuicio”. Las personas en el video le dan un cálido abrazo y la reacción en línea ha sido bastante positiva.
No permitamos que el coronavirus propague temores y estereotipos y confiemos en China, que está haciendo todo lo posible para combatir el coronavirus. El coronavirus es ciertamente algo a lo que debemos temer y protegernos, pero el racismo contra China que se está propagando junto con el coronavirus es aún más aterrador y potencialmente peligroso.
(Web editor: 吴思萱, 赵健)