Dejemos que la razón supere el pánico

Pueblo en Línea  2020:02:07.11:30

Diario del Pueblo

Beijing, 06/02/2020 (El Pueblo en Línea) - "Este es un momento en el que hacen falta hechos en lugar de miedo, un momento en el que necesitamos ciencia en lugar de rumores, un momento que requiere solidaridad en lugar de humillación". El director general de la Organización Mundial de la Salud, el Dr. Tedros, recientemente emitió un llamamiento serio al mundo. Obviamente, respetar las recomendaciones profesionales autorizadas de la OMS y adoptar medidas acordes con las recomendaciones de la OMS para que nada afecta a los intercambios internacionales normales entre personas y a la cooperación pragmática en diversos campos deberían ser las actitudes básicas de los países hacia la epidemia.

Evaluar de manera objetiva, justa, tranquila y racional la gravedad de la epidemia, informando objetivamente al público que la tasa de mortalidad de la epidemia es baja y que el número de pacientes curados ha comenzado a exceder el número de muertos, y evitando así que el pánico traiga desafíos secundarios, se ha convertido en una prueba de sabiduría, racionalidad y humanidad. Es concebible que si se cumplen estos indicadores en todos los países, será más fácil superar las dificultades actuales.

Sin embargo, algunos países han violado la recomendación de la OMS de que no hay razón para tomar medidas innecesarias que interfieran con los viajes y el comercio internacional, y han reaccionado de forma exagerada adoptando medidas de respuesta excesiva, lo que ha provocado obstáculos en los viajes internacionales. Vale la pena señalar que el efecto de pánico causado por esta política "exagerada" ya ha promovido una generación de malicia, malas palabras y malas acciones en algunas áreas. Por ejemplo, algunos medios occidentales "distorsionaron el tema" sin tener en cuenta el Principio 3 del Reglamento Sanitario Internacional de que "los Miembros no tomarán medidas o acciones que promuevan el estigma o la discriminación". El virus fue estigmatizado como "Hecho en China" y "Alerta Amarilla", etiquetando de manera simple a los chinos e incluso asiáticos. Algunos países occidentales incluso han vivido casos de violencia contra los asiáticos. Estas palabras y acciones ridículas que incitan a la discriminación racial no solo no ayudan a la unidad y cooperación global para combatir la epidemia, sino que también crean y propagan el pánico objetivamente.

     Por supuesto, la opinión pública dominante en la comunidad internacional todavía está del lado de la justicia y la equidad. El pueblo chino lucha contra el tiempo, y las acciones y los logros de la lucha contra la epidemia han conmovido profundamente al mundo. Cualquier discriminación internacional contra China ha sido resueltamente criticada por la justicia. Muchas personas en el mundo se han manifestado en contra de palabras y hechos discriminatorios denunciando la "Estupidez" e "Intolerancia" con la publicación de temas como "No soy un virus" en las redes sociales y frases en los medios como que "la epidemia no puede ser una excusa para la xenofobia, y la crisis no puede destruir a la humanidad". El primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, criticó el boicot mediático como "una mentalidad estúpida e ilógica", diciendo sin rodeos que "el virus no revisará tu pasaporte antes de entrar en tu cuerpo", y enfatizando que "esta epidemia es un evento de salud pública, no un problema de país ni de raza. Los países necesitan trabajar juntos con China para superar los desafíos juntos". Figuras políticas de Alemania, Canadá, Filipinas y otros países también han emitido llamamientos para evitar la discriminación y detener la xenofobia. El investigador del Premio Nobel de Química, Michael Levitt, señaló claramente: “los informes egocéntricos de los medios occidentales sobre cómo limitar el brote de enfermedades fuera de China nunca han dado ánimo y solidaridad”.

¿Cómo puede el pánico exacerbar la epidemia y cómo pueden la solidaridad y la cooperación proteger la vida? En cuanto a la historia de las luchas entre la humanidad y los virus, especialmente en la globalización económica actual, la experiencia y las lecciones aprendidas de la gripe A/H1N1, el síndrome respiratorio de Oriente Medio(MERS), el ébola, el zika y otras epidemias siempre han advertido al mundo. El impacto de los problemas de salud pública va más allá de las fronteras nacionales: "Todos tenemos dicho problema y solo podemos detenerlo uniéndonos". Como señaló el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ante los graves desafíos de la epidemia, la comunidad internacional debe tener un fuerte sentido de solidaridad.

Al luchar contra la epidemia, el espíritu de solidaridad y cooperación de China demostrado ante el mundo ha ganado un gran respeto y apoyo de la comunidad internacional. China detectó rápidamente la epidemia, aisló el virus, descifró el genoma y lo compartió con el mundo. Ha tomado muchas medidas preventivas y de control que van mucho más allá de los requisitos del Reglamento Sanitario Internacional. Estas poderosas medidas han sido elogiadas por "establecer un nuevo punto de referencia para el brote". El presidente de la Asociación Federal para el Desarrollo Económico y Comercio Exterior de Alemania, Michael Schumann, dijo: “Son los chinos, especialmente los de Wuhan y otras ciudades de Hubei, los más afectados, quienes soportan la mayor carga. Los sacrificios y compromisos de China han impedido que la epidemia se propague más rápido por todo el mundo. Si no mostramos más humanidad frente a tales desafíos, perderemos aún más”.

La epidemia es despiadada. Debemos hacer que la razón supere el pánico, que la simpatía, la comprensión y el apoyo superen los extremos, la limitación y la ansiedad. Salvaguardar la situación general de unidad y cooperación para abordar el desafío de salud pública global son las formas inevitables de combatir la epidemia.