Por Yuan Zheng
Wuhan, 12/02/2020 (El Pueblo en Línea) - La familia retrasa el tradicional encuentro del Festival de la Primavera para ayudar a combatir el virus.
El Festival de Primavera es la fiesta más grande de China para las reuniones familiares, pero este año Yan Zhanfei y su esposa, Tie Xiao, no han tenido la oportunidad de compartir con sus seres queridos.
Ambos han estado trabajando en la primera línea de la lucha contra el nuevo coronavirus en Wuhan, provincia de Hubei.
Yan, oficial de la policía, y Tie, enfermera, nacieron en la década de 1990. Ellos han dejado a su hijo de 2 años en casa con sus abuelos y desde que comenzó el brote han estado viviendo en alojamientos temporales.
Desde que se inició la cuarentena de Wuhan el pasado 23 de enero, Yan ha estado trabajando al aire libre para mantener el rigor del tráfico. Solamente los vehículos que han recibido permisos oficiales pueden moverse por las carreteras.
Mientras tanto, Tie ha estado ocupada atendiendo a los pacientes en el hospital. Ella ha insistido en que no verá a su familia hasta que se haya superado el brote.
El único contacto de la pareja es mediante videos conferencias en rápidos momentos, en medio de su ardua tarea.
Yan ha instalado una cámara en casa para que ellos puedan ver a su hijo y a sus padres.
Cada dos semanas, él compra provisiones para la familia. Y para evitar cualquier contacto cercano, deja las bolsas en la puerta. Y sus padres las retiran cuando él ya se ha ido.
Una vez, mientras Yan dejaba las compras en la puerta, su hijo lo percibió y le pidió un abrazo. Sin embargo, para garantizar la seguridad del niño, Yan tuvo que darle la espalda y salir del perímetro.
"Para compensar nuestra cena perdida del Festival de la Primavera, mi esposa y yo hemos acordado que celebraremos una comida familiar cuando haya pasado el brote", afirmó.