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En tiempos difíciles, los vecinos no pueden dejar de ayudarse

Pueblo en Línea  2020:02:21.15:45

En tiempos difíciles, los vecinos no pueden dejar de ayudarse

Miembros de un equipo médico hacen gestos para darse ánimo antes de partir hacia la provincia de Hubei desde Kunming, capital de la provincia suroccidental china de Yunnan, el 16 de febrero de 2020. (Xinhua/Hu Chao)

Beijing, 21/02/2020 (El Pueblo en Línea) - Después del brote de neumonía causado por el nuevo coronavirus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en repetidas ocasiones ha declarado que no recomienda que los países adopten restricciones de viaje o comercio, y ha pedido a los países que tomen medidas basadas en evidencias. Sin embargo, todavía hay algunos países que ignoran las recomendaciones profesionales de la OMS y ordenan restricciones excesivas. Este tipo de conducta egoísta no ayuda a la prevención y el control de la epidemia, promueve un pánico infundado e interrumpe los intercambios regulares y la cooperación internacional. En este sentido, el sano orden del mercado del transporte aéreo y el impacto negativo en el desarrollo económico mundial causan creciente preocupación.

Ante la epidemia, cualquier forma de impasibilidad, irracionalidad e imprudencia puede acarrear desafíos secundarios. Cuando la OMS clasificó a la nueva epidemia de neumonía por el nuevo coronavirus como "emergencia de salud pública de interés internacional", anunció que no recomendaba restringir el comercio y el movimiento de personas. Esta es una recomendación profesional y autorizada que está basada en el reglamento sanitario internacional. Para todos es obvio que gracias a las medidas rápidas y efectivas de prevención y control que implementa China, el número de diagnósticos confirmados en otros países representa aproximadamente el 1% del número total de enfermos confirmados. La Organización Internacional de la Aviación Civil (OACI , por sus siglas en inglés) ha declarado que las medidas que van más allá de las recomendaciones pertinentes emitidas por la OMS, y por la propia OACI, sin disponer de una adecuada evaluación de riesgos pueden tener innecesarios efectos negativos.

"Las respuestas basadas en el miedo, la información errónea, el racismo y la xenofobia no nos salvarán de emergencias como la neumonía por el nuevo coronavirus", expresaron recientemente 16 renombrados juristas de la salud en la revista The Lancet. Los expertos, provenientes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Suiza, Chile e Italia, pidieron a los países interesados​que levanten las restricciones ilegales de viaje, que apoyen a la OMS en el proceso de cumplimiento del reglamento sanitario internacional y se apoyen mutuamente. Sus voces encarnan la responsabilidad de actuar conforme a las normas del derecho internacional y la intención de salvaguardar los intereses de todo el planeta.

 

La investigación científica y la praxis demuestran que tomar medidas extremas como restringir el transporte aéreo, no reduce el riesgo de propagación del virus. Los medios estadounidenses publicaron un artículo que afirma que cancelar vuelos, cruceros y cerrar fronteras sin el visto bueno de agencias internacionales, no sólo es una autolesión económica, sino también una oportunidad malograda para evitar los errores del pasado.

En la era de la globalización, es necesario entender el pulso de los acontecimientos, compartir responsabilidades y trabajar juntos para enfrentar los desafíos. Después del brote, Tailandia, Camboya, Pakistán, Canadá y otros países, han dejado claro que no restringirán la entrada de ciudadanos chinos. El presidente francés, Macron, declaró que Francia respeta las opiniones profesionales de la OMS, y que la respuesta general a la epidemia está siendo objetiva. El Consulado General de Francia en Wuhan todavía se mantiene abierto.  La ministra de Salud, Patti Howidou, insistió en que la prohibición de entrada es infundada e irrazonable. Asimismo, el vice primer ministro y ministro de Salud Pública de Tailandia, Anutin, destacó que prohibir la entrada de turistas chinos al país no detendrá la propagación del virus. Por su parte, el primer ministro de Camboya, Hun Sen, visitó China durante el severo período epidémico para ofrecer el fuerte apoyo de su país al gobierno y pueblo chinos y poder transmitirle la realidad de la situación al gobierno camboyano. También el nuevo cónsul general de Corea del Sur en Wuhan, Jiang Chengxi, insistió en que hay que seguir sirviendo en Wuhan durante la epidemia. Estos hechos evidencian que los lazos entre países son tan fuertes y resistentes que ningún sesgo de unilateralidad puede romperlos.

En la era de la globalización, los intereses y destinos de las naciones se interconectan. Generar respuestas a la epidemia no es razón suficiente para mantener las actividades socioeconómicas suspendidas. Bajo la premisa de fortalecer la protección de la salud y la seguridad, la opción correcta es tratar de garantizar el flujo de actividades económicas normales. Sin embargo, las excesivas medidas restrictivas, e incluso extremas como interrumpir la navegación, van en la dirección opuesta y no tributan a minimizar el impacto negativo de la epidemia. Sus resultados solamente dañan a las personas, a la propia actividad comercial y ensombrecen el crecimiento económico mundial. De acuerdo a los reportajes de medios estadounidenses, las restricciones integrales de los EE.UU. perjudicarán gravemente a sus empresas nacionales que confían en los productos chinos o que tienen a China como cliente. Recientemente, Goldman Sachs publicó una previsión donde advierte que las restricciones estadounidenses reducirán el turismo chino que viaja a ese país en un 28 % y el gasto de los consumidores en 5.800 millones de dólares estadounidenses. En esa línea, la economía estadounidense perderá un 0,4 por ciento en el primer trimestre de este año. Tales análisis deben ser escuchados con atención por los demás países.

El presidente Xi Jinping destacó durante una llamada con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que "las enfermedades epidémicas requieren esfuerzos concertados de todos los países". "Evalúe con calma la epidemia y formule y ajuste racionalmente las medidas de respuesta". En casos de emergencias de salud pública, no debemos entrar en pánico, generar caos o establecer restricciones excesivas. 

En la era de la globalización, relacionarse con otros países bajo la estrecha óptica de perseguir a toda costa el interés propio no es suficiente para avanzar. Para superar los desafíos, hay que asumir una disciplina científica, racional y responsable que fortalezca la cooperación internacional y promueva el trabajo mancomunado. La posición de tratar a los vecinos como una amenaza y tratar de aprovecharse de sus vulnerabilidades a toda costa, solamente conducirá a condenar los propios intereses nacionales y, en consecuencia, el bienestar de la comunidad internacional.

(Web editor: 吴思萱, 赵健)

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