Los ministros de Finanzas y los gobernadores de bancos centrales del G20 celebran una videoconferencia. (Fuente de la foto: Twitter del G20)
Por Zhang Liulu, comentarista de la edición de ultramar de Diario del Pueblo
Beijing, 25/03/2020 (El Pueblo en Línea) - A medida que la epidemia de COVID-19 se propaga por el mundo y la economía mundial sufre una gran presión, en la noche del 23 de marzo, hora local de Arabia Saudita, los ministros de Finanzas y los gobernadores de bancos centrales del Grupo de los Veinte (G20) celebraron una videoconferencia para tratar el impacto de la epidemia en la economía global y las estrategias para hacer frente a esta situación. El presidente rotativo, Mohammed Aljadaan, ministro de Finanzas de Arabia Saudita, reveló en la reunión que la conferencia en video de los líderes del G20 se llevará a cabo dentro de unos días y discutirán cómo coordinar a la comunidad internacional en respuesta a la importante cuestión de la epidemia de COVID-19.
El G20 se estableció en 1999 y se ha convertido en un importante mecanismo de cooperación internacional para la gobernanza global. Mirando hacia atrás en la historia del desarrollo del G20, la creación y las oportunidades de desarrollo del mecanismo del G20 son exactamente dos crisis financieras que han impactado al mundo. Frente a la crisis sin precedentes de la epidemia de COVID-19, ¿puede el G20 desempeñar un papel importante en la respuesta a la crisis? En respuesta, Tu Xinquan, presidente del Instituto de Investigación de la Organización Mundial de Comercio de China en la Universidad de Negocios y Economía Internacionales, dijo que ante las grandes crisis mundiales, las grandes potencias como los miembros del G20 deberían jugar un papel más constructivo. Además, los miembros del G20 se enfrentan actualmente a una grave situación epidémica y necesitan cooperación y asistencia mutua.
El mundo espera que el G20 coordine la cooperación económica internacional para minimizar el impacto de la epidemia en la economía mundial. Promover el desarrollo económico mundial y garantizar la estabilidad financiera internacional no es solo la intención original del G20, sino también el objetivo que el G20 siempre ha perseguido. En la actualidad, el impacto de la epidemia de COVID-19 en la economía mundial es inevitable. El secretario general de la ONU, António Guterres, dice que los trabajadores de todo el mundo podrían perder hasta 3,4 billones de dólares estadounidenses en ingresos; la presidenta del FMI, Kristalina Georgieva, afirma sin rodeos que la economía mundial caerá en un crecimiento negativo para 2020, con una recesión tan grave como la crisis financiera de 2008, o incluso peor. En un momento crítico, la comunidad internacional necesita que el G20 dar un paso adelante y asumir su responsabilidad. La serie de medidas del G20 en respuesta a la crisis financiera internacional de 2008 impidió que la economía mundial se hundiera aún más en el abismo: proporcionar 1,1 billones de dólares en fondos a instituciones financieras multilaterales como el FMI y el Banco Mundial para ayudar a los países de todo el mundo, especialmente a los países en vías de desarrollo, a capear la crisis; aportar 250.000 millones de dólares en financiamiento comercial para promover la recuperación económica mundial; realizar un compromiso unánime para mantener abiertos el comercio y la inversión, oponerse a las barreras comerciales y de inversión, y garantizar los canales comerciales sin obstáculos ... Fortalecer la coordinación de macro-políticas y tomar todas las herramientas de política fiscal, monetaria y estructural necesarias también son de gran valor de referencia en la respuesta actual a la nueva crisis por la epidemia de COVID-19.
El mundo espera que el G20 ayude a los países a alcanzar un consenso de cooperación entre el tratamiento médico y la investigación científica sobre la prevención de la epidemia. En comparación con los problemas políticos y económicos, la salud pública se encuentra en una posición marginal en la cooperación internacional. Pero en los últimos años, en el contexto de los frecuentes problemas internacionales de seguridad de la salud pública, la cooperación sanitaria dentro del G20 se está acelerando. Desde 2019, la Reunión de Ministros de Sanidad del G20 se ha celebrado durante tres años consecutivos. Todas las partes han compartido experiencias y prácticas sobre temas como la preparación para emergencias sanitarias, el sistema de monitoreo de información sobre enfermedades infecciosas y la comunicación de riesgos, sentando las bases para el establecimiento y la mejora de los mecanismos relacionados posteriores. En respuesta a las deficiencias de la gobernanza de la salud pública expuestas por la epidemia de COVID-19, los miembros del G20 se han comprometido a apoyar el trabajo de la Organización Mundial de la Salud y colaborar estrechamente con ellos para monitorear la epidemia, compartir información relevante y fomentar medidas y tratamientos preventivos. Al mismo tiempo, el G20 también brindará un mayor apoyo para establecer sistemas de alerta temprana, mejorar los programas de diagnóstico y tratamiento y desarrollar vacunas.
El mundo espera que el G20 aumente la confianza en el multilateralismo en un momento crítico de la lucha global contra la epidemia. Ante las amenazas mundiales, como las enfermedades infecciosas transfronterizas, los países deberían reemplazar las diferencias con la solidaridad y la acción unilateral con la cooperación multilateral. El ritmo y las acciones conjuntas del G20 sin duda aumentarán la confianza de la comunidad internacional en la lucha contra la epidemia.
(Web editor: 吴思萱, 赵健)