Wuhan reabre después de 76 días de encierro

Pueblo en Línea  2020:04:08.15:36

Por Cao Desheng, en Wuhan

Wuhan, 08/04/2020 (El Pueblo en Línea) - Poner fin al cierre de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, se convertirá este miércoles en un hito dentro del avance chino para asegurar la victoria final en la guerra popular, bajo el mando del presidente Xi Jinping, contra el brote de COVID-19, afirmaron los observadores.

Las medidas decisivas que el Comité Central del Partido Comunista de China -con Xi como secretario general- ha tomado para combatir la epidemia en Wuhan son la clave para frenar la propagación del nuevo coronavirus. Wuhan fue la ciudad más afectada de la provincia, y de todo el país.

Un lema constante en la lucha contra el contagio ha sido "el pueblo primero", ya que el presidente Xi ha insistido en poner la vida, la seguridad y la salud de las personas como prioridad máxima y salvaguardar los intereses del pueblo por encima de todo.

En su reunión con el Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, celebrada el 28 de enero en Beijing, Xi expresó que la seguridad y la salud de las personas siempre son lo primero.

Al relatar su experiencia con los principales expertos de la Organización Mundial de la Salud en una misión conjunta de nueve días de duración para investigar el COVID-19 en China, el epidemiólogo canadiense Bruce Aylward elogió los enfoques de China en su respuesta a la enfermedad.

"Si tuviera COVID-19, querría ser tratado en China", subrayó. "Ellos conocen, se preocupan por mantener a la gente con vida y lo hacen con éxito."

Mientras dirigía las acciones de prevención y control de la epidemia, el presidente Xi otorgó prioridad a Hubei, particularmente a Wuhan, capital provincial. En ese momento, el presidente Xi expresó: "Cuando Wuhan gana, Hubei gana; cuando Hubei gana, China gana".

Por lo tanto, desde el comienzo del brote, el Comité Central del Partido Comunista de China adoptó medidas de gran calado, exhaustivas y rigurosas para frenar la propagación del virus en Wuhan y Hubei.

Como los expertos recomendaron, se implementaron cuarentenas para ayudar a reducir el movimiento de la población, lo que a su vez ayudó a frenar la propagación del nuevo virus. El 22 de enero, el Comité Central del Partido Comunista de China tomó la decisión de pedirle a Hubei que cancelara los viajes de salida para evitar que la enfermedad se propagara hacia otras regiones.

El presidente Xi destacó en una reunión celebrada en febrero que tomar tal decisión exigió un enorme coraje político, pero "el momento requiere una acción resuelta, de lo contrario, estaríamos en problemas".

El 23 de enero, las autoridades de Wuhan anunciaron el cierre de la ciudad. Todo el transporte público y los negocios fueron suspendidos, y los residentes fueron obligados a permanecer dentro de sus casas para cortar la transmisión del contagio en los barrios.

Poner en cuarentena una ciudad tan grande con más de 10 millones de residentes fue algo sin precedentes, pero demostró ser eficaz. Durante su visita a Wuhan, el 10 de marzo, el presidente Xi aseguró que todas las medidas de prevención y control adoptadas por el Comité Central del Partido Comunista de China se centran en evitar que más personas se infecten y están dirigidas a salvar la vida de la mayor cantidad posible de pacientes.

Bajo el mando del presidente Xi, el 25 de enero se estableció un grupo central de liderazgo para la respuesta a la epidemia, encabezado por el primer ministro Li Keqiang. Dos días después, un grupo central liderado por el viceprimer ministro Sun Chunlan fue enviado a supervisar el trabajo en Hubei, y allí han permanecido desde entonces.

A principios de febrero, los secretarios del Partido Comunista de China de Hubei y Wuhan fueron reemplazados debido a los problemas en el manejo inicial del brote.

La respuesta a la epidemia figuró en el orden del día de una serie de reuniones de la dirección del Partido Comunista de China, que Xi ha presidido desde principios de enero, incluidas las ocho reuniones del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China.

En las reuniones, Xi subrayó con frecuencia la importancia de adoptar el enfoque de la detección temprana, la notificación, el aislamiento y el tratamiento en la lucha contra la epidemia, e instó a redoblar los esfuerzos para mejorar las tasas de admisión y recuperación y reducir las tasas de infección y mortalidad.

Helal Helal, secretario general adjunto del Partido Socialista Baaz Árabe de Siria, considera que los grandes logros alcanzados por China en la lucha contra el brote hablan por sí solos acerca de la filosofía centrada en el ser humano que está arraigada en la cultura tradicional china.

En un mensaje dirigido a la reciente Conferencia en Línea de Partidos Políticos Asiáticos, Helal expresó que lo que China ha hecho constituye una gran contribución al mantenimiento de una vida digna para toda la humanidad.

Para no dejar a ningún enfermo de COVID-19 desatendido, Wuhan construyó en unas dos semanas los dos hospitales -Huoshenshan y Leishenshan- literalmente desde cero. Cada uno tenía más de 1.000 camas. También estableció 16 hospitales temporales en estadios deportivos y salas de exposición.

Chen Weiguo, presidente de la empresa estatal China Construction Third Engineering Bureau, recuerda que construir los hospitales en tan poco tiempo parecía una misión imposible, pero su empresa logró el objetivo.

Más de 34.000 empleados de toda China trabajaron las 24 horas del día para construir los hospitales y ampliar las capacidades para tratar a más pacientes, precisó Chen.

Ante la llamada del gobierno central, más de 340 equipos médicos, compuestos por más de 42.600 trabajadores médicos de todo el país, llegaron al epicentro del brote. Del total, 4.000 miembros del personal médico pertenecían al Ejército Popular de Liberación.

Wang Xinghuan, presidente del Hospital Leishenshan, manifestó que 3.202 trabajadores de la salud de 286 hospitales de todo el país se reunieron para ayudar a tratar a los pacientes gravemente enfermos.

"Todos teníamos el mismo objetivo: salvar más vidas y ayudar a más pacientes a recuperarse de la enfermedad", enfatizó Wang, añadiendo que más de 1.000 voluntarios y un gran número de empresas estatales y privadas ofrecieron sus servicios para asegurar que el hospital funcionara bien.

Diecinueve provincias formaron asociaciones con 16 ciudades y condados de Hubei para ayudar allí donde los recursos médicos estaban sobrecargados, una práctica habitual que China sigue para movilizar recursos desde todo el país para el socorro oportuno en casos de desastre.

Cuando el 10 de marzo, el presidente Xi voló a Wuhan en una gira de inspección, expresó su respeto por los trabajadores de la salud, los funcionarios y los militares, los trabajadores comunitarios, los oficiales de la policía, los voluntarios y las personas de todas las condiciones sociales que han estado luchando contra la epidemia en el frente. Alentó a pacientes y familiares, y expresó sus condolencias a las familias de los fallecidos, y a los familiares de aquellos que murieron en el servicio de su deber.

También subrayó que se debía otorgar máxima prioridad al tratamiento médico para mejorar la tasa de recuperación y reducir, en la mayor medida posible, la mortalidad mediante un tratamiento científico y específico. También exigió más comprensión y tolerancia para la gente de Hubei y Wuhan si algunos desahogaban sus frustraciones después de haber estado en autocuarentena durante mucho tiempo, así como pidió redoblar esfuerzos para asegurar el suministro de sus necesidades vitales.

Chen Feng, un residente de 75 años de la comunidad de Songtaoyuan, distrito Wuchang, de Wuhan, aseguró que apreciaba el cuidado personal del presidente Xi por los sufrimientos de la gente, así como su fuerte liderazgo en la guerra popular contra la epidemia.

"La visita del presidente Xi a Wuhan tuvo lugar en un momento crítico en la lucha contra el virus. Su visita aumentó nuestra confianza en asegurar la victoria", manifestó Chen.

Gracias a las estrictas medidas de prevención y control, la situación en Wuhan sigue mejorando. Ma Xiaowei, ministro de la Comisión Nacional de Salud, informó en una conferencia de prensa, celebrada el 31 de marzo, que la propagación interna del virus, siendo Wuhan el principal campo de batalla, está "básicamente bloqueada" y las acciones para controlar la epidemia han producido buenos resultados.

Zhang Wenhong, director del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Huashan de Shanghai, declaró a la Televisión Central de China que el hecho de que China haya podido entre dos y cuatro meses contener la epidemia es un logro notable y sin precedentes.

"Toda la nación, el pueblo y los trabajadores de la salud han hecho todo lo posible para frenar la epidemia", recalcó Zhang.

El riesgo de infecciones importadas sigue siendo alto, por lo que es necesario mantener la vigilancia para evitar que la enfermedad vuelva a ser viral, insistió Zhang, y añadió que confía en que el país ganará la batalla definitiva contra el nuevo coronavirus.