El ataque de Estados Unidos a la OMS es una pista falsa para restar valor al "fracaso colosal de liderazgo" en Washington

Pueblo en Línea  2020:05:01.14:40

Beijing, 01/05/2020 (El Pueblo en Línea) - A principios de este mes, Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, anunció que detendría los fondos para la Organización Mundial de la Salud, diciendo, entre otras cosas, que la organización está "muy centrada en China" y "realmente lo ha arruinado todo" durante la epidemia. La medida vino después de semanas de ataques cada vez más intensos contra la Organización Mundial de la Salud de la ONU mientras intentaba alejar la culpa de su administración.

Como una de sus mayores fuentes de financiación, la decisión de EE.UU de suspender la financiación de la Organización Mundial de la Salud podría ser un duro golpe para sus esfuerzos para combatir enfermedades en todo el mundo y coordinar la respuesta a la pandemia, y muchas personas han señalado que hacerlo en medio de la pandemia es una pura locura. Claramente, es un intento desesperado de la administración Trump para encubrir su colosal fallo en el manejo de la pandemia.

La OMS declaró oficialmente la pandemia el 11 de marzo y declaró una emergencia de salud pública de preocupación internacional el 30 de enero.

De hecho, Trump elogió a la OMS desde el principio.

Trump tuiteó el 25 de febrero: “El coronavirus está muy controlado en Estados Unidos. Estamos en contacto con todos los países relevantes. Los CDC y la OMS han estado trabajando duro y de manera muy inteligente. ¡El mercado de valores comienza a verse muy bien, según mi opinión!

¿Por qué la administración Trump hizo un cambio de rumbo en su actitud hacia la OMS?

La razón radica en la grave situación en Estados Unidos. Ante la feroz crítica por su pobre respuesta al coronavirus, la administración Trump está usando humo y espejos para desviar la atención del problema real. Con más de un millón de casos confirmados de coronavirus y más estadounidenses muertos por coronavirus en tres meses que el número de soldados estadounidenses asesinados en la Guerra de Vietnam, existe una gran presión para trasladar la culpa del desastre en Estados Unidos a otros.

La OMS, como guardiana mundial de la salud pública, tiene una visión para permitir que todas las personas disfruten del más alto nivel posible de salud. Entre otras cosas, proporciona liderazgo en asuntos críticos para la salud, participa en asociaciones, monitorea la situación de salud y evalúa las tendencias de salud. Por lo tanto, tiene un papel clave que desempeñar en la respuesta sanitaria mundial a la pandemia. Intentar aplastarla solo empeorará una situación ya grave, ya que la organización no puede ser completamente efectiva sin Estados Unidos, y ningún país puede luchar esta batalla solo.

La situación es preocupante en Estados Unidos, pero la razón por la que hay "tantas muertes" es que la administración Trump creó una situación de pesadilla. Es un problema de liderazgo. A finales del mes pasado, la junta editorial del Boston Globe calificó la crisis en Estados Unidos como "un fracaso colosal de liderazgo", criticando a la administración Trump por arrastrar sus pies sobre el coronavirus y empeorar así la situación. "En otras palabras, el presidente tiene sangre en sus manos", argumentó el consejo editorial.

Esta es una evaluación dura, pero llega al corazón del problema. Independientemente de la cantidad de pintalabios que le pongas a un cerdo, sigue siendo un cerdo. Culpar a la OMS no cambiará el hecho de que la administración ignoró las advertencias de los asesores de salud e inteligencia en los meses en que Trump continuó minimizando la amenaza. En febrero, por ejemplo, Trump afirmó que el número de casos sería cercano a cero en cuestión de días y que la crisis desaparecería como un milagro. Obviamente, esto no sucedió. En cambio, el número de casos en Estados Unidos ha aumentado.

Todos quieren ver que la situación en Estados Unidos mejore, pero atacar y destituir a la principal organización mundial de salud del mundo no es más que un arenque rojo maloliente que resta valor al problema real en cuestión. Es decir, que un fracaso colosal de liderazgo en Washington ha causado "tantas muertes".