Por Zhao Zhanhui
Beijing, 10/12/2020 (El Pueblo en Línea) - El 2020 está destinado a dejar una marca muy inusual en la historia de la Nueva China.
Ha sido un año significativo. Este es el año de la culminación de la construcción integral de una sociedad modestamente próspera y del XIII Plan Quinquenal. Todo el país está unido para librar la batalla decisiva y conquistar el triunfo definitivo en la lucha contra la pobreza y el logro del objetivo del primer centenario.
Ha sido un año de desafíos. La epidemia de COVID-19, un desastre repentino, ha alterado sin precedentes el desarrollo económico y social de China.
Frente a entornos, tanto doméstico como extranjero, severos y complejos, China ha resistido la ardua prueba histórica y ha obtenido significativos logros estratégicos en la lucha contra el nuevo coronavirus. A nivel mundial, China es la primera gran economía en reanudar el crecimiento desde el brote de la epidemia. Asimismo, ha sido líder mundial en la prevención, el control de la pandemia y la recuperación económica. Una serie de hechos demuestran claramente que la economía china sigue siendo estable y mejorará a largo plazo.
Esta constante recuperación se refleja en una serie de indicadores económicos que han regresado al desempeño positivo. En mayo, el sector de los servicios registró un crecimiento positivo; en junio, la tasa de crecimiento de las importaciones y exportaciones de comercio exterior también "se volvió positiva"; y en julio, las ventas minoristas de bienes reanudaron su crecimiento. Además, la economía china creció un 0,7% en los primeros tres trimestres del 2020.
El indicador recuperativo también se demuestra en la fuerza motriz cada vez más fuerte del desarrollo económico. El ritmo de las inversiones se ha acelerado enérgicamente. El puente de carretera sobre el río Yangtsé Shangai-Jiangsu y otros proyectos han sido terminados. Proyectos importantes como el ferrocarril Sichuan-Tibet han avanzado, y la construcción de nuevas infraestructuras como la 5G y la inteligencia artificial se ha acelerado. Asimismo, en los tres primeros trimestres, la inversión en activos fijos aumentó un 0,8% interanual.
El consumo también se ha ido recuperando y reanudando. Durante el festival del Día Nacional y de la Fiesta del Medio Otoño, se recuperó el número de turistas en alrededor del 80% con respecto al nivel del pasado año. El festival de compras "Doble 11", celebrado en noviembre, se ha convertido en el frenesí de consumo de cientos de millones de personas. En octubre, los ingresos por servicios gastronómicos aumentaron un 0,8% interanual y, por primera vez en este año, la tasa de crecimiento fue positiva.
Por último, el comercio exterior registró un crecimiento constante. En los tres primeros trimestres, el total de las importaciones y exportaciones de mercancías de China aumentó un 0,7% interanual.
La estabilidad y la mejora también se observan en el nuevo desarrollo de alta calidad. Nuevos modelos como el teletrabajo y la educación a distancia vía digital se implementan rápidamente, nuevas tecnologías como la computación en nube y la inteligencia artificial también avanzan con gran velocidad, y las nuevas industrias como la economía digital y la fabricación inteligente ya forman nuevos polos de crecimiento . Desde principios de este año, el nuevo impulso económico de China ha estado en auge.
Al mismo tiempo, el sustento de la población estaba firmemente asegurado: al 1º de octubre de este año se habían creado 10,09 millones de nuevos puestos de trabajo en las ciudades y aldeas del país, alcanzando el objetivo anual antes de lo previsto. En los tres primeros trimestres, la renta nacional disponible per cápita fue de 23.781 renminbi, lo que supone un aumento nominal interanual del 3,9%. Según lo previsto, China culminó la tarea de reducir la pobreza en la nueva era. De acuerdo a los estándares actuales, todos los pobres rurales han dejado de serlo y todos los condados empobrecidos del país han podido finalmente deshacerse de este flagelo social.
La estabilidad económica y la prosperidad de China también se benefician del fuerte liderazgo del gobierno y de los esfuerzos conjuntos de todo el país. Ante los desafíos, la respuesta de la macropolítica ha sido oportuna y eficaz. Los apoyos administrativos a favor de las empresas se han emitido sin cesar. Se estima que las políticas de reducción de impuestos y tasas anuales superarán los 2.500 billones de reminbi, y el sistema financiero cederá un total de 1.500 billones de renminbi a la economía real. Además, se introducen rápidamente una serie de medidas de política específicas para que la economía real pueda reducir la carga y aliviar las dificultades.
Para fomentar la recuperación general del trabajo y la producción, se han adoptado una serie de medidas concretas y enérgicas de recuperación del mercado y la recuperación de las empresas, manteniendo la estabilidad de la cadena de suministro industrial y promoviendo el buen funcionamiento de la economía nacional. En este sentido, la economía china ha demostrado una fuerte resistencia y una vigorosa vitalidad.
Mirando el recorrido del 2020, podemos afirmar sin temor a dudas que China tiene suficiente confianza, capacidad y sabiduría para superar diversas pruebas y riesgos. Mirando hacia el venidero año, rebosan expectativas: el gran buque chino, que ha librado los embates del fuerte vendabal y la tormenta, será capaz de surcar por el embravecido océano, avanzar y lograr un buen comienzo para la culminación de la construcción de un país socialista moderno.