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Las librerías Avant-Gard reescriben la historia de las antiguas aldeas chinas

Pueblo en Línea  2020:12:30.16:27

Inmuebles rurales renovados por Librerías Avant-Gard en Jianchuan, provincia de Yunnan [Foto: Su Jinquan/ China Daily]

Por Yang Yang

Beijing, 30/12/2020 (El Pueblo en Línea) -Las comunidades rurales, que una vez padecieron el declive debido a la emigración de sus residentes, hoy experimentan un repunte de su popularidad gracias a la visión de creativos emprendedores, arquitectos y a la construcción de nuevos espacios socio-culturales.

La vida urbana con demasiada frecuencia ha anunciado la muerte de la tradición rural, especialmente de los modelos de hogares. Muchas aldeas han sido despobladas y faltaba en el terruño el necesario vigor juvenil, alma de cualquier comunidad. Zhang Lei, profesor de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Nanjing, ha abordado este problema desde sus cimientos. Él ha instado a sus estudiantes a ir al campo para conocer sobre las casas antiguas de los asentamientos tradicionales y acercarse a lo que denomina "arquitectura sin arquitectos".

"Durante años, habíamos visto a muchos antiguos pueblos morir lentamente antes de ser derribados. Es una pena. Quería hacer algo al respecto", afirma Zhang.

Zhang diseñó para Librerías Avant-Garde la librería Yunxi de la aldea Daijiashan y la librería Chenjiapu de Songyang, ambas en la provincia de Zhejiang. Desde que abrieron en 2015 y 2018, respectivamente, los pueblos han visto un repunte en el número de visitantes.

Inmuebles rurales renovados por Librerías Avant-Garde para su librería Yunxi, en la aldea Daijiashan , provincia de Zhejiang. [Foto: Yao Li/ China Daily]

También los antiguos inmuebles de las aldeas se han transformado en moteles. Como resultado, los precios de las propiedades se ha disparado. Por ejemplo, el alquiler anual en el 2015 de una casa en la aldea de Daijiashan era de 2.000 renminbi, pero ahora cuesta 8.000 renminbi.

A pesar de tener una historia que se remonta a 600 años, la aldea de Chenjiapu solía ser un enclave moribundo. Gracias a su nueva librería, durante las vacaciones aparecen tantos visitantes que a menudo hay atascos en la carretera que conduce a Chenjiapu.

"Nunca pensé que una pequeña librería pudiera cambiar el destino de una aldea", exclama Zhang.

Cuando Qian Xiaohua, fundador de Librerías Avant-Garde, con sede en Nanjing, comenzó hace seis años a inaugurar librerías rurales se topó con muchas dudas y preguntas. Después de todo, las librerías en las ciudades, con poblaciones mucho más grandes, apenas podían sobrevivir debido a la férrea competencia de las publicaciones en línea.

Inmuebles rurales renovados por Librería Avant-Garde: nueva librería en la aldea Xiadi, provincia de Fujian [Foto: Chen Hao/ China Daily]

Más sorprendente aún, Qian prefirió apostar por las antiguas aldeas que languidecían por falta de jóvenes. En sus predios solamente vivían ancianos y niños dejados atrás. Sin embargo, esas aldeas generalmente se encuentran en un entorno pintoresco y poseen mucha savia histórica.

Qian, acompañado por un grupo de arquitectos, elegió algunos inmuebles antiguos para renovarlos y convertirlos en librerías bien iluminadas y modernas, aunque manteniendo las estructuras originales y fisionomía decorativa.

Desde abril del 2014, Qian ha inaugurado cinco librerías rurales. Todas han atraído a un gran número de turistas, e incluso han estimulado el regreso a casa de muchos jóvenes aldeanos.

Aparte de su éxito comercial y la consiguiente reactivación económica de las aldeas, estas librerías se han convertido en nuevos espacios socio-culturales para los lugareños, beneficiando a largo plazo el desarrollo de las zonas rurales.

Inmuebles rurales renovados por Librería Avant-Garde: librería Bishan en Huangshan, provincia de Anhui. [Foto: Matjaz Tancic/ China Daily]

Centros de atención

En tiempos de antaño, los aldeanos se reunían en salones o templos ancestrales. Después de la fundación de la República Popular China, esos espacios se convirtieron en grandes salones del pueblo, graneros e incluso clínicas. Pero los tiempos han cambiado.

“Como resultado, las nuevas librerías pueden desempeñarse como centro social donde los aldeanos y los visitantes pueden reunirse”, destaca Zhao Chen, profesor de arquitectura de la Universidad de Nanjing.

El 1º de mayo se inauguró el proyecto más reciente de Librerías Avant-Garde: la librería Shaxi Bai Ethnic, en el condado de Jianchuan, provincia de Yunnan. Sus ventas en los últimos seis meses han superado las cifras de 12 sucursales. Aparte de los libros de interés general, hay obras especializadas sobre la cultura local, geografía e historia, como textos sobre la Antigua Ruta de la Caravana del Caballo y el Té, y sobre la cultura étnica Bai.

La nueva librería Shaxi Bai Ethnic, que una vez fue un granero abandonado, recibe a una gran cantidad de abuelas y madres que llevan a los niños pequeños a leer o simplemente a caminar para sentir el renovado ambiente cultural. Los pobladores no la consideran como un lugar estrictamente comercial.

“Algunos niños van a la librería a hacer la tarea porque se sienten a gusto dentro de ese espacio”, relata Huang Yinwu, arquitecto de la librería Shaxi Bai Ethnic.

Librería de la aldea Xiadi, en Fujian [Foto: Zhuo Yuxing/ China Daily]

"La librería no sólo vende libros, sino que también funciona como biblioteca local", precisa Xia Zhujiu, teórico de la arquitectura.

"Más allá de ser una librería es una base para la educación cultural que un negocio co-construye junto a la comunidad local. Qian también cree que las librerías pueden ayudar a revivir las aldeas en mal estado”, añade Xia.

Para muchos arquitectos, una de las razones más importantes para aceptar un contrato es la seguridad de que el inmueble se utilizará correctamente en el futuro. Este es el caso de Dong Gong, un arquitecto que diseñará una nueva librería para Librerías Avant-Garde en la antigua ciudad de Chengxiang, al norte de Chengdu, capital provincial de la provincia de Sichuan.

"Independientemente de los elogios o las críticas, esperamos que pueda contribuir a la vida social y ser utilizada para fines privados y públicos. De esta forma podremos sentir que es real y no una mera foto en la prensa", indica Dong.

Sobre la base de los inmuebles originales, los arquitectos necesitan encontrar soluciones para conectar lo antiguo con lo nuevo y lo rural con lo urbano.

Librería Bishan en Huangshan, Anhui [Foto: Matjaz Tancic/ China Daily]

Conectando inmuebles

Los arquitectos prefieren utilizar materiales y trabajadores locales para sus proyectos de renovación.

En la provincia de Yunnan, los trabajadores de la construcción no son profesionales. Ellos son agricultores que trabajan en el campo y trabajan en la construcción si se requieren nuevas viviendas.

"Es un estilo muy tradicional de asistencia mutua", asegura Hua Li, quien diseñó para Librerías Avant-Garde la Xiadi Paddy Field, en la provincia de Fujian.

“A menudo, la arquitectura rural es el fruto de la sabiduría acumulada a lo largo de generaciones en un lugar determinado. Se basa en el conocimiento del clima local, los recursos naturales y la cultura. Observándolos y entendiéndolos se puede aprender mucho de los inmuebles antiguos”, acotó Hua.

Dos librerías Yunxi en las aldeas de Shen'ao y Daijiashan, ambas en el condado Tonglu de Zhejiang [Foto: Yao Li/ China Daily]

Por ejemplo, en las antiguas aldeas de la provincia de Anhui, las casas antiguas están llenas de pistas arquitectónicas.

Las escaleras que conectan el suelo con la segunda planta se dividen en dos partes. Los tres primeros escalones están hechos de piedra, seguidos de escalones de madera. Esto se hace para evitar la humedad de la primavera y el verano.

“Hay muchos métodos similares que podemos tomar prestados en la construcción tradicional en el diseño moderno”, admite Hua.

Para Zhang Lei, estos proyectos de librerías en aldeas antiguas construyen plataformas que permiten que las ciudades y el campo se comuniquen mejor.

"Los residentes urbanos que vienen a las aldeas pueden ver un campo mejor a través de estos proyectos y un tipo diferente de naturaleza", afirma Zhang. "Sin estos proyectos, los visitantes sólo podrían experimentar la vida cotidiana del pueblo, sin vislumbrar un futuro mejor para las zonas rurales".

Dos librerías Yunxi en las aldeas de Shen'ao y Daijiashan, ambas en el condado de Tonglu, Zhejiang. [Foto: Yao Li/ China Daily]

Tanto en las aldeas de Daijiashan como en Chenjiapu, Zhang utilizó materiales y estilos de construcción locales para renovar los inmuebles.

"Después de hacer la librería, muchos emprendedores locales de Daijiashan retomaron nuestros métodos para construir moteles. Puede que no piensen que es hermosa, pero pudieron imaginar una aldea mejor a través de la librería", se ufana Zhang.

"Las aldeas necesitan nuevas ideas citadinas, incluido el enfoque del espacio estético. Esto para los aldeanos es una nueva experiencia que ilumina hacia un nuevo estilo de vida y civilización.

"Estos proyectos permiten que las personas, tanto de la ciudad como del campo, aprecien un mundo y una vida mejores. Es por ello por lo que hacer arquitectura en el campo nos importa tanto", concluyó.    

(Web editor: 周雨, 赵健)

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