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Una vida en las alturas supone mayor salario y mayor presión

Pueblo en Línea  2021:02:22.15:33

Los trabajadores se preparan para limpiar las cristaleras del Shanghai World Financial Center el 4 de enero, el primer día hábil de este año. Su plataforma a menudo cuelga a 500 metros sobre el suelo. Yang Jianzheng / China Daily

Beijing, 22/02/2021 (El Pueblo en Línea) - Se mueven hacia arriba y hacia abajo con una cuerda y estiran los brazos para limpiar un área lo más grande posible. La vida del limpiador de cristaleras externas Shang Qianjin cuelga de dos cables de 14 milímetros de diámetro cada vez que trabaja colgado en el aire.

El hombre de 43 años nunca pensó que entraría a la sede de la Televisión Central de China (CCTV) en el distrito Chaoyang de Beijing, un edificio que solo había visto por televisión.

Luego, en 2018, fue contratado para limpiar sus cristaleras externas. Antes de comenzar a trabajar, miró el edificio de arriba abajo.

Aunque se suponía que no debía mirar dentro del edificio mientras lo limpiaba, no pudo resistirse a echar un vistazo. "Es hermoso. Ojalá mis hijos o yo tuviéramos la oportunidad de trabajar adentro", dijo.

Shang y sus compañeros son conocidos como "hombres araña", y limpiar las cristaleras externas de los rascacielos es una profesión en auge. Muchos de estos edificios han surgido desde que se inició la política de reforma y apertura hace más de 40 años.

La sede de CCTV es una de ellas, mientras que la Torre de Shanghai de 632 metros en el este de China es el edificio más alto del país.

Un informe reciente del Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano en Chicago mostró que a finales del año pasado había 1.733 edificios de más de 200 metros en todo el mundo, y China contaba con 56 de las 106 edificaciones a nivel mundial.

El país también alberga 18 de los 30 edificios más altos proyectados para completarse este año.

En abril, el Ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano-Rural y la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China publicaron un documento sobre la gestión de las características urbanas y arquitectónicas.

La directriz impuso regulaciones estrictas sobre la planificación y construcción de rascacielos. Como una de las regulaciones era que ningún edificio nuevo debería exceder los 500 metros, muchos arquitectos tuvieron que reducir las alturas de los rascacielos planificados.

Los limpiadores de cristaleras de rascacielos deben obtener un certificado de operaciones especiales, que es supervisado por el Ministerio de Gestión de Emergencias.

Si bien ganan más que muchos otros trabajadores migrantes, también se enfrentan a serios desafíos mentales y físicos que les impone el trabajo.

Como resultado, pocos jóvenes están dispuestos a emprender el trabajo.

Los "hombres araña" limpian las cristaleras de un centro comercial en Kunming, provincia de Yunnan, en diciembre. Ye Yong / China Daily

Cambio de profesión

Shang, de la ciudad de Zhumadian, provincia de Henan, ha estado limpiando cristaleras en Beijing durante aproximadamente 13 años.

Antes, montaba edificios prefabricados en la capital, pero un accidente en 2007 cambió su trayectoria profesional. Shang y varios colegas cayeron desde 5 metros de altura cuando el techo de un edificio fue golpeado por fuertes vientos mientras colocaban secciones de baldosas.

Posteriormente, una inspección descubrió que los cimientos no podían soportar la carga y que el director técnico del sitio no había realizado una verificación de seguridad preparatoria.

Aunque no hubo víctimas mortales, los trabajadores sufrieron una serie de lesiones. Sin embargo, el incidente no se informó, según Shang, quien dijo que no recibió ninguna compensación.

"Fue bastante aterrador. Mi jefe no tenía sentido de la seguridad, así que decidí buscar un nuevo trabajo. Creo que mi trabajo actual es mucho más seguro que el anterior porque al menos podemos revisar nuestro equipo de protección cuidadosamente antes de comenzar". dijo.

Habiendo completado las secciones prácticas y teóricas de un curso de capacitación, se le otorgó el certificado de operaciones especiales que le permite limpiar edificios altos.

Suele trabajar en equipos de tres a seis personas. Después de instalar su equipo en un punto alto y colocar cuidadosamente los cables, revisan sus arneses de seguridad y comienzan a trabajar.

Llevan ropa impermeable, calzado antideslizante, guantes y cascos de seguridad. Un balde de plástico con agente limpiador está atado a una plataforma de madera, que está sujeta a cables que pueden soportar alrededor de 2 toneladas métricas.

Los trabajadores se sientan en la plataforma y usan limpiaparabrisas para limpiar la mayor cantidad de vidrio posible con cada pasada.

Verifican el pronóstico del tiempo antes de decidir sobre el trabajo del día siguiente, ya que las inclemencias del tiempo pueden afectar el trabajo de manera significativa.

No pueden trabajar en días lluviosos, ventosos o nevados, ya que las gotas de lluvia y los copos de nieve hacen que el vidrio sea demasiado resbaladizo, mientras que el viento hace que la plataforma sea inestable.

Inestabilidad

Shang generalmente se levanta a las 5 de la mañana. Después de comer un desayuno sencillo de bollos chinos y leche de soja que cuesta alrededor de 6 yuanes (90 céntimos de dólar), pasa dos horas viajando en autobús o metro para llegar a su lugar de trabajo a las 8 de la mañana.

En invierno, la jornada laboral de Shang termina alrededor de las 5 de la tarde, pero en verano se amplía hasta las 7 de la tarde porque los trabajadores necesitan descansar en el interior para evitar las altas temperaturas del mediodía.

"En verano, las cristaleras están muy calientes y el agua que frotamos sobre ellas se evapora en segundos. A menudo estamos empapados de sudor después de trabajar un tiempo", dijo Shang.

"En invierno, necesitamos usar ropa gruesa e impermeable, y las gotas de agua incluso se congelan. La ropa gruesa ralentiza nuestro ritmo de trabajo. Además, los fuertes vientos del invierno de Beijing dificultan el trabajo porque incluso una pequeña ráfaga puede hacer que la plataforma tiemble".

Jiao Kun, también de Zhumadian, ha estado haciendo este trabajo desde 1997.

El hombre de 43 años ha oído hablar de accidentes en la industria y estuvo involucrado en una emergencia en 2007 mientras limpiaba la sección superior de un edificio en Pangu Plaza en el distrito Chaoyang.

Una fuerte ráfaga repentina elevó a Jiao y a su compañero de trabajo tan alto que no conseguían agarrarse a la pared.

Se agarraron el uno al otro y finalmente pudieron usar ventosas para fijarse al vidrio y estabilizar su plataforma.

Jiao pasó meses acostumbrándose a trabajar en lugares altos, comenzando en edificios bajos y subiendo gradualmente.

Él y sus compañeros siempre van al baño antes de comenzar sus turnos, que duran de dos a tres horas.

Si necesitan ir de nuevo, tienen que bajar al suelo con cuerdas y luego volver a subir a la plataforma.

"Necesitamos subir y bajar, de lado a lado y estirarnos para limpiar un área amplia", dijo.

"El trabajo de un día normal siempre es muy agotador, así que a menudo me quedo dormido en el metro de camino a casa", dijo.

Si un cliente es particularmente difícil de complacer, Jiao y sus compañeros regresarán al edificio, revisarán su trabajo y explicarán cualquier problema a satisfacción del cliente.

El edificio más alto que Jiao ha limpiado tenía unos 200 metros, pero ahora rara vez limpia edificios de ese tamaño por razones de seguridad.

"En el pasado, quería limpiar el edificio más alto de Beijing, pero el plan se suspendió a medida que envejecía y empezaba a perder forma. Estar seguro y protegerme es lo más importante para mí y para mi familia".

(Web editor: 吴思萱, 赵健)

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